MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
El director de Mini España, Carlos Martínez, ha lamentado la "incertidumbre" que supone para el sector automovilístico la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) y ha señalado que la marca tiene encima de la mesa soluciones para todas las posibles circunstancias que puedan ocurrir, que incluso podrían suponer la "redistribución" de la producción de componentes.
Tal como ha informado Martínez en declaraciones a Europa Press, todavía no se sabe si se van a establecer aranceles entre Reino Unido y la UE y ha señalado que dependiendo del nivel de los mismos, la firma los podría "asumir" para que no repercutan en el precio que paga el cliente.
Aún así, Mini no ha descartado redistribuir la producción de ciertos componentes para que tengan un menor impacto arancelario y podría llegar a plantearse producir en otras instalaciones (ya que, por ejemplo, este Mini Cooper SE solo se produce en Oxford).
El directivo ha asegurado que "en el peor de los peores" escenarios, Mini podría repercutir los nuevos aranceles a sus clientes en el precio de los vehículos, que supondrían como máximo unos 500 euros por unidad.
EMISIONES DE CO2
En cuanto al cumplimiento de la nueva normativa europea de emisiones de dióxido de carbono (CO2), el grupo BMW, al cual pertenece Mini, prevé no pagar ninguna multa, ya que estará por debajo de los 95 gramos de CO2 medios por modelo vendido.
"El año pasado vendimos 145.000 unidades de vehículos electrificados. Nuestros principales competidores entregaron entre 25.000 y 30.000 coches de este tipo. Son estos modelos los que hacen que la media de emisiones sea mucho menor", ha destacado Martínez.
Aún así, ha indicado que en la actualidad en España el mercado de vehículos 100% eléctricos es "muy residual", pero, a su juicio, cuanto más se vean y cuanta más gente los compre habrá "menos miedo" a adquirirlos.
