MURCIA, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Centro Tecnológico del Calzado y del Plástico (CETEC) situado en el polígono industrial Las Salinas de Alhama, estudia la mejora de plásticos generados a partir de vegetales como el maíz o la patata, más conocidos como bioplásticos, para hacerlos impermeables a los gases y optimizar su uso como envases de alimentos.
Además, investiga el desarrollo de plásticos biodegradables, menos contaminantes, y las mezclas de estos materiales con aditivos para mejorar sus propiedades, según fuentes del Centro de Coordinación de los Centros Tecnológicos (Cecotec), una red que impulsa la Consejería de Universidades, Empresa e Investigación a través del Instituto de Fomento (Info).
Y es que, hoy en día, el plástico tiene "muchas ventajas importantes para el envasado como, por ejemplo, que admite envases transparentes, flexibles o rígidos, permite colorearlos o imprimirlos, se pueden termosellar, es decir, es un material muy versátil y funcional".
Sin embargo, tiene un problema, ya que procede del petróleo, y su origen son derivados del mismo, por lo que le afecta mucho la subida y bajada de los precios de este combustible, y es un material contaminante, porque no se degrada fácilmente, permaneciendo durante muchos años inalterado.
En la Región, el CETEC investiga con productos ya comercializados, y sus objetivos consisten mejorar las cualidades del 'bioplástico' añadiéndole una serie de aditivos. El bioplástico es un tipo de plástico biodegradable, que se sintetiza a partir de vegetales, por lo que no depende del petróleo, además de poder ser tratable en plantas de compostaje para dejar de ser un contaminante.
Este tipo de producto es de origen vegetal, y es sintetizado, fundamentalmente, del almidón de maíz, aunque los que se encuentran actualmente en el mercado provienen de este producto, y también se puede obtener a partir de almidón de otros vegetales como las patatas y la soja.
CETEC trabaja con estos bioplásticos añadiendo aditivos a polímeros biodegradables. Y es que los bioplásticos que ya están en el mercado, tienen problemas porque son demasiado permeables a los gases, siendo mucho mejor que los alimentos estén aislados de la atmósfera externa para que se conserven mejor.
Por ello, el centro está consiguiendo en sus laboratorios materiales de este tipo que hagan de barrera a los gases, además de trabajar también en la mejora de sus propiedades mecánicas, de manera que se mejoren sus prestaciones tanto en su uso en envase de alimentos como en aplicaciones en agricultura.
