Actualizado 28/10/2008 11:00

Innova.- La UMU estudia optimizar el secado del tomate para su venta deshidratado en envase plástico

MURCIA, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del departamento de Química de Carbohidratos y Biotecnología de Alimentos de la Universidad de Murcia (UMU) realizarán un proyecto para optimizar el proceso de secado de los tomates conservando un máximo de propiedades organolépticas y nutricionales con el fin de aumentar su vida útil hasta 12 meses y comercializarlo deshidratado en envase de plástico.

Este equipo de la UMU realizará este proyecto de investigación para la empresa Agrucapers S.A. del municipio de Águilas (Murcia), con un presupuesto de un millón de euros que contará con ayuda a la financiación de los fondos del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), según informó a Europa Press el gerente de la empresa, José Manuel Pelegrín.

Los tomates secos se deshidratan al horno o al sol por medio de un proceso "tradicional y natural de conservación de alimentos", que se realiza desde hace mucho tiempo. "Si deseas cocinar con tomates cuando no están en campaña estacional, la única solución es secarlos", explicó Pelegrín, quien determinó que el aspecto final del producto es como el de una pasa.

Sin embargo, esta empresa, que se encarga actualmente de su producción, debe recoger el producto una vez secado para reacondicionarlo y rehidratarlo. En este proceso, utilizan el método de la pasteurización y tratamientos térmicos que dejan el producto apto para su comercialización en envase de cristal, en el que puede durar tres años, explicó el gerente.

Sin embargo, el objetivo de la empresa es "fabricar el producto sin la pasteurización, envasarlo en frío y que esté listo para consumir sin tener que hacer tratamientos térmicos". Además, el propósito es envasarlo en plástico "porque los cristales también son menos utilizados actualmente en la cocina".

El problema que deberá resolver el grupo de la UMU, del que forma parte el investigador principal, Fulgencio Marín, será darle al producto "una vida útil lo suficientemente larga como para comercializarla, de forma que pueda durar 12 meses y la distribución pueda tener un margen amplio de venta".

Entre otros estudios, la UMU determinará las especificaciones microbiológicas y fisicoquímicas requeridas para garantizar una calidad tecnológica adecuada de esta materia prima para el procesado posterior, establecer el aislamiento e identificación de los microorganismos patógenos y responsables del deterioro en las materias primas y producto terminado", entre otros.