El Cementerio Nuestro Padre Jesús de Espinardo contará con 310 nuevas fosas dobles y 12 parcelas para panteones

Portavoz Gobierno Ayuntamiento Murcia, Rebeca Pérez
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 11 mayo 2018 16:49

La obra, que forma parte del proceso de rehabilitación del recinto, cuenta con un presupuesto de 358.494 euros

MURCIA, 11 May. (EUROPA PRESS) -

El Cementerio Nuestro Padre de Jesús de Espinardo contará con 310 nuevas fosas dobles y 12 parcelas para panteones en la zona 5. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Murcia ha adjudicado las obras para el proyecto básico a la mercantil Construcciones Juan Gregorio, S.L.

Se trata de una iniciativa impulsada por la Concejalía de Deportes y Salud, que dirige Felipe Coello, y que va a contar con un presupuesto total de 358.494 euros, según ha detallado la portavoz del Gobierno, Rebeca Pérez.

El cementerio de Nuestro Padre Jesús cuenta en la actualidad con alrededor de 170.000 inhumaciones, más de 800 panteones y más de 20.000 fosas, además de 5.000 nichos y 560 columbarios. Anualmente se realizan en torno a 1.200 entierros anuales.

Historia del Cementerio

El cementerio municipal de estilo neoclásico. La fachada principal, de 1894, es obra del arquitecto municipal Pedro Celdrán. Tres años después de levantarla se celebraría el primer entierro oficial. El primer cementerio contaba con 100.000 metros cuadrados, mientras que las dimensiones actuales son exactamente el doble.

Una parte del cementerio actual se destina a Al-maqbara -cementerio musulmán-. Se encuentra construido en zonas no bendecidas, ya que con anterioridad se destinó a zona de suicidas. El primer entierro musulmán tuvo lugar en 1998

Murcia, además del cementerio Nuestro Padre Jesús, cuenta con 33 cementerios parroquiales, de los que el de Lobosillo es el de mayor antigüedad -finales del XIX-. En su mayoría fueron diseñados también por Celdrán.

Hasta finales de 1700, los entierros se realizaban en las Iglesias Parroquiales existentes en los pueblos, pero Carlos III sacó los cementerios fuera de las poblaciones por motivos de salubridad, lo que provocó no pocos conflictos con la Iglesia. En 1796 se inauguró el cementerio de la Puerta de Orihuela, que junto con el de La Albatalía daban servicio a Murcia y a los numerosos enterramientos causados por la peste.