MURCIA, 24 May. (EUROPA PRESS) -
El informe toxicológico, solicitado como prueba por la abogada que defiende a Juan A.A., apodado como 'El Orejas' y que se enfrenta a casi 50 años de cárcel, constata que la noche en que ocurrió el doble crimen, una de las víctimas, amigo del procesado, había consumido droga y alcohol.
En esta quinta sesión del juicio con Jurado Popular, que se celebra en la Audiencia Provincial, ha declarado también la camarera del bar donde el procesado, principal acusado en este doble asesinato, citó a la víctima para hablar, debido a las continuas amenazas de muerte que estaba recibiendo 'El Orejas'. El origen de esas desavenencias entre ambos, que eran amigos, era que la víctima le culpaba de haberle robado 2.000 euros.
La camarera ha corroborado que 'El Orejas' no se presentó esa noche en el pub donde supuestamente se encontraba la víctima con su pareja esperando y fueron varias las ocasiones en las que ésta le pidió marcharse del lugar y regresar a casa, pero "tenía miedo de que fuera sola, porque Juan A.A. podía prender fuego a la casa", ha relatado la testigo.
El fallecido era cliente habitual del pub y esa noche del crimen preguntó a la camarera si había visto a 'El Orejas' porque habían quedado en verse para hablar del robo, "ya que todo el mundo hablaba de eso".
La víctima y su pareja terminaron marchándose del pub pero recuerda la testigo que "no lo vio ni preocupado, ni enfadado, iba bien, no expresó ni miedo ni temor a lo que esa noche pudiera pasar".
La sesión continuará previsiblemente este lunes con los informes de los forenses.
RELATO DE LOS HECHOS
Los hechos, según las conclusiones provisionales de la fiscal, ocurrieron en abril de 2016 en el paraje Rincón de la Guitarra, de la localidad de Caravaca de la Cruz. El acusado Juan A.A. denunció a la víctima tras conocer que ésta, a su vez, le había denunciando con anterioridad y le acusaba de haberle robado 2.000 euros un mes antes en su vivienda.
Ante esta situación, 'El Orejas', que afirmó que la víctima le acusaba de un robo que no había cometido y que, además, le había amenazado de muerte, decidió acabar con la vida de éste.
Dionisio V.T., conocedor del deseo del procesado de acabar con la vida de la víctima, no sólo le facilitó la escopeta, sino que también le dio entre seis y ocho cartuchos adecuados para la misma.
El procesado Juan A.A. se citó con la víctima para verse por la noche en un bar de Caravaca, aunque en realidad era para ganar tiempo para acceder a su casa y esperarlo allí para acabar con su vida. La víctima, ignorante de las intenciones de éste, acudió al encuentro con su pareja sentimental, pero viendo que sobre la medianoche nadie apareció, regresaron a su vivienda, donde esperaba Juan A.A.
En ese momento, y a una distancia de entre un metro y metro y medio le disparó en la axila derecha, lo que ocasionó a la víctima un shock hipovolémico hemorrágico que conllevó su muerte. A continuación, el acusado, con el fin de que la pareja sentimental pudiera contar lo ocurrido, le disparó igualmente por la espalda, que le produjo lo mismo y falleció.
La pareja fallecida deja en total cinco hijos mayores de edad. Para el fiscal, los hechos son constitutivos de dos delito de asesinato, por el que procede imponer la pena de 48 años de prisión, y de un delito de tenencia ilícita de armas, por el que pide un año de cárcel.
Dionisio V.T es autor de un delito de asesinato en su condición de cooperante necesario, por el que pide 23 años de cárcel, y de un delito de tenencia ilícita de armas, por el que pide 3 años de cárcel. A su hermano Demetrio V.T. se le considera autor de delito de tenencia ilícita de armas, por el que pide igualmente 3 años de cárcel. Deberán indemnizar a los cinco hijos de la pareja.
