El Programa de atención a jóvenes y adolescentes, el recurso con mayor demanda, superando en un 55% a las atenciones realizadas el año anterior
MURCIA, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
Proyecto Hombre Murcia atendió durante 2019 en sus distintos programas de diagnóstico y tratamiento a 1.814 personas, lo que supone un incremento del 27% respecto al año anterior en cuanto a volumen de personas atendidas.
Así aparece recogido en la memoria anual de actividades de Proyecto Hombre, que ha sido presentado este jueves por el alcalde de Murcia, José Ballesta, el concejal de Deportes y Salud, Felipe Coello, el director general de salud y adicciones, José Carlos Vicente López, el presidente del Patronato Fundación Solidaridad y Reinserción, Tomás Zamora Ros, y la directora del programa Proyecto Hombre Murcia, Asunción Santos de Pascual.
La entidad retrata mediante datos cuantitativos la existente problemática en relación al consumo de drogas y otras adicciones, según informaron fuentes municipales en un comunicado.
El programa que ha tenido un mayor número de atenciones con respecto a lo realizado en 2018 ha sido el dirigido a atender a la población joven y adolescente, suponiendo un 55% del total de las personas atendidas, seguido del Programa Base con un 27% más con respecto del periodo anterior, y por último pero también incrementando las atenciones el Programa Nocturno con un 14%.
"Un cuarto de siglo, un total de 25 años lleva Proyecto Hombre trabajando en nuestra tierra al servicio de las personas con problemas de adicción, una institución referente de la sociedad civil murciana y un ejemplo de trabajo incondicional al servicio de los valores que representa el humanismo", manifestó el alcalde José Ballesta.
PERFIL DE LAS PERSONAS ATENDIDAS
La persona atendida varía en función del sexo: en varones la edad se encuentra entre los 36 y 45 años, consumidor de cocaína, soltero, con estudios medios y en situación de empleo activo, en los tres años anteriores a iniciar el tratamiento, siendo este su fuente principal de ingresos.
El perfil de mujer en tratamiento responde a una edad comprendida entre los 36 y 45 años, soltera, consumidora de alcohol y cocaína con estudios medios y en situación de empleo activo, en los tres años anteriores a iniciar el tratamiento, siendo la fuente principal de ingresos a través de terceros; en menores de 21 años, encontramos que la sustancia consumida de forma principal es el cannabis.
Este programa se basa en la prevención indicada y/o tratamiento de personas menores de 25 años, independientemente de su situación laboral o formativa.
Como un rasgo común al resto de programas, se ha atendido a más jóvenes varones, suponiendo el 88 % de las atenciones realizadas frente al 22% de mujeres también atendidas en el mismo programa. La edad media de las personas es de 19 a 20 años, representando la franja de 18 a 21 años el grupo de edad más común, seguido de la de 22 a 25 años (32%).
Las atenciones a adolescentes (de 14 a 17 años) han representado un 24%. De todas estas personas, el 68% lo representan estudiantes. Las demandas de tratamiento más comunes han sido por cannabis (77%), seguido del alcohol y juego patológico (ambas un 15%).
Las principales modalidades de juego patológico de las personas atendidas han sido póker, apuestas deportivas y ruleta (todas en un 15%), representando las nuevas tecnologías un 7%. El 31% de las personas atendidas solicitaba atención ayuda por más de una sustancia y/o conducta adictiva.
ATENCIONES DURANTE LA ALERTA SANITARIA COVID-19
Durante la etapa de confinamiento Proyecto Hombre Murcia ha mantenido la prestación de sus programas de tratamiento, dando cobertura a más de 600 personas beneficiarias de los mismos, produciéndose más de 100 nuevas demandas entre los meses de marzo y junio.
Para continuar con la actividad se ha llevado a cabo un esfuerzo tanto económico como de recursos humanos, adoptando todas aquellas medidas establecidas por los organismos sanitarios con el fin de garantizar la máxima seguridad, estableciendo nuevas formas de atención basadas en el uso de medios telemáticos como llamadas telefónicas, videollamadas y videoconferencias.
