11M.- El tribunal basa las 3 condenas más elevadas en la existencia de numerosas pruebas de cargo

Actualizado: miércoles, 31 octubre 2007 20:50

Destaca en Trashorras las declaraciones inculpatorias, para Zougam el reconocimiento de testigos y para El Gnanoui pruebas de ADN

MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

El tribunal ha fundamentado las condenas más elevadas que han recaído en el español José Emilio Suárez Trashorras como cooperador necesario y los autores materiales Jamal Zougam y Otman El Gnaoui en la existencia de numerosas pruebas en su contra.

La sentencia justifica la condena de 34.715 años de prisión para el ex minero asturiano al considerar que "puso a disposición del grupo terrorista la dinamita usada para montar los artilugios que explosionaron en los trenes de cercanías" y que sin su participación "los hechos, tal como ocurrieron, no se hubieran producido nunca".

"Es cooperador necesario quien contribuye a la realización del tipo penal por el autor o autores directos aportándoles algo difícil de conseguir de no haber mediado su intervención", justifica la sentencia, que apunta en otro momento que Trashorras "conocía el radicalismo de Jamal Ahmidan y su grupo, su odio a todo lo occidental y sus ideas violentas".

Para demostrar esta tesis, la sentencia se vale de las declaraciones realizadas por Gabriel Montoya, 'El Gitanillo', condenado por el transporte de sustancias explosivas a Madrid, su cuñado Antonio Toro y otros integrantes de la 'trama asturiana' como Iván Granados, Sergio Álvarez y Antonio Reis Palicio.

La declaración más importante es la de 'El Gitanillo', que confirma las visitas de Trashorras a Mina Conchita en compañía de 'El Chino', al que le pide en una de ellas que se acuerde de "coger las puntas o los tornillos que están unos 15 metros más adelante". Tras los atentados, le comentó: "Menuda la que armó Mowgly", uno de los motes del chino.

ZOUGAM Y EL GNAOUI

En el caso de Jamal Zougam, el tribunal manifiesta su "convicción" de que era miembro de la célula yihadista y uno de los autores de los atentados de Madrid apoyándose en la identificación realizada "sin fisuras y sin ningún genero de dudas" por tres de los viajeros del tren que explotó en la estación de Santa Eugenia.

Los testimonios de esos tres testigos protegidos representan "la principal prueba de cargo" contra Zougam, ya que fueron "claros, independientes y concordantes" a la hora de situarle en el citado tren. La sentencia asegura que fue Zougam quien colocó el último artefacto explosivo en el cuarto vagón del tren que explotó en la estación de Santa Eugenia.

Añade como pruebas circunstanciales el hecho de que el condenado conociera a varios de los miembros de la célula que se suicidó en Leganés. Cita además como prueba de su relación con la célula terrorista la compra por parte de su socio y hermanastro de 100 tarjetas de teléfonos móviles, entre las que se encontraba la del móvil de la mochila de Vallecas.

Por su parte, el tribunal declara a Otman El Gnaoui cooperador necesario al considerar probado que "desempeña un rol o papel concreto, conforme a criterios organizativos y jerárquicos", asignado en virtud "del plan criminal de la banda terrorista en la que se integra".

Afirma que el hallazgo de su perfil genético en la ropa abandonada frente a la estación de Vicálvaro y la "cobertura" que prestó a Jamal Ahmidan permitiéndole usar su documentación para manipularla, llevándole un arma y acompañándole a la finca de Chinchón el 29 de febrero, a que transportó parte de los explosivos "no dejan duda razonable de su pertenencia al grupo yihadista y su intervención a título de coautor". "Ejecuta actos nucleares tendentes a la comisión de los delitos en cumplimiento del rol o papel que se le ha asignado", subraya la sentencia.