El acusado de matar a un joven en una discoteca de Santander dice que la víctima le agredió antes y se sentía hostigado

Actualizado: lunes, 28 enero 2008 19:18

Jhon Fredy C.M. asegura durante el juicio "no recordar" lo ocurrido a pesar de haber reconocido algunos hechos en declaraciones previas

SANTANDER, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -

El acusado de matar de 13 puñaladas a un joven en la discoteca Cachamba de Santander en octubre de 2006 aseguró hoy, durante su declaración en el juicio que ha comenzado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria, que no recuerda los hechos ni sabe cómo sucedieron, aunque afirmó que se sintió "hostigado" por la víctima, Mauricio V.V, que según dijo le había agredido previamente en el interior del local.

Así, durante el interrogatorio, Jhon Fredy C.M. confirmó que, momentos antes de la reyerta --que tuvo lugar en la madrugada del día 14-- la víctima y otro hombre le habían agredido en la barra y en el baño de la discoteca, situada en la calle Guevara. "Empezaron a agredirme y estrujarme (empujarle) contra la barra, me dio una patada en el pie --la víctima-- y ahí empezó la pelea", indicó.

En ese instante, el acusado, de nacionalidad colombiana pero residente en España desde febrero de 2005, salió del local para llamar a su hermano porque "no tenía dinero para volver a casa" y "sentía miedo". Pero, según su testimonio, "los dos muchachos salieron gritándole" y, aunque él "no escuchó bien" lo que decían porque "había bulla", confesó que "le dio rabia", "estalló" y "volvió a entrar en la discoteca".

A este respecto, apuntó que "en ningún momento" regresó "para acabar con la vida" de Mauricio, también de nacionalidad colombiana, ya que no lo conocía "de hablar con él, "pero sí "de vista", aunque "nunca había tenido problemas", aseveró.

Sin embargo, el acusado reconoció que sí conocía a los que estaban con Mauricio y que, en una ocasión, uno de ellos --un chico llamado Jonathan-- había tratado de robarle una videocámara "de 500 euros".

También constató que "se los encontraba mucho" en un bar colombiano de la calle Burgos al que acudía con frecuencia y donde había estado bebiendo cervezas y aguardiente esa misma noche, antes de ir a la discoteca Cachamba, aunque no recuerda "en qué cantidad".

Según Jhon Fredy, en ese bar le "golpeaban y restrujaban a diario" hasta que él se marchaba. Asimismo, tal y como aseguró, les había visto una vez --la semana anterior a los hechos-- en la discoteca Cachamba y, al verles, le "dio miedo" salir, por lo que pidió ayuda al chico encargado de la música y a los porteros, quienes le acompañaron al coche.

El día de los hechos, el acusado abandonó el bar de la calle Burgos cuando "se cerró". Iba en compañía de un chico y una chica y tenía la intención de irse a su casa en taxi, pero "cuando se dio cuenta" ya estaba en la discoteca Cachamba, donde, según su relato, sus amigos le invitaron a las consumiciones, tanto de alcohol como de drogas.

Jhon Freddy, que también confesó haber consumido cocaína el día de los hechos aunque no recuerda la cantidad, pidió whisky en la barra de la discoteca y fue al baño. Una vez allí, Mauricio empezó "a decirle cosas" y "empujarle" y luego volvieron --la víctima y otro chico-- a darle "con más agresividad" contra la barra del bar. "Mauricio me estrujó a mí en el baño, empezó a pegarme en el baño, no sé por qué, no comprendo por qué", apostilló.

Entonces decidió llamar a su hermano aunque no sabe cómo lo hizo --con su móvil o por el teléfono del local-- ni recuerda si habló él mismo con él o dijo a alguien que le llamara. Posteriormente salió del local, según se "imaginó", para ver "si había llegado" su hermano y "esperarlo en la puerta". Desde allí vio pasar un "carro" (coche) azul --de un amigo de su hermano-- aunque dijo no recordar si llegó hasta el coche o habló con sus ocupantes.

En ese momento, y ante los gritos de sus agresores, se volvió hacia la discoteca, "en ningún momento para matar a Mauricio", reiteró. Asimismo aseguró no saber de dónde ni cuándo obtuvo el cuchillo --si lo sacó del coche o del bar--, y tampoco recuerda si lo registraron los agentes de seguridad de la discoteca antes de entrar por segunda vez al local. "Pasan las cosas tan deprisa que no lo recuerda uno", dijo el acusado quien confesó que "en ese momento estaba 'tomado' y colocado de coca" por lo que, además,"supongo que estaba muy enfadado", aventuró.

CONTRADICCIONES.

Respecto a las declaraciones prestadas en Comisaría y en el Juzgado de Instrucción número Tres de Santander con anterioridad al juicio, y en las que, según el abogado de la compañía aseguradora de la discoteca, llegó a "reiterar en cinco ocasiones" que "vio el coche", "habló con su hermano" y "cogió el cuchillo", Jhon Freddy argumentó que lo declaró "haciéndose una idea" de cómo podían haber sucedido las cosas "a ver si de pronto había sido así".

También la fiscal incidió en el hecho de que de las afirmaciones realizadas hoy por el acusado se desprenden, en varias ocasiones, contradicciones en relación a las declaraciones previas prestadas ante la policía y el juez.

Por otro lado, el acusado volvió a asegurar que no recordaba en el momento en que que, durante el juicio, se le mostró el cuchillo con el que se cometió el crimen, arma que dijo no reconocer ni recordar si la había utilizado. "Sinceramente no recuerdo bien desde que salí del bar", añadió.

En este sentido, y preguntado por uno de los abogados de la acusación particular --el de la viuda y el hijo de la víctima-- por qué no recuerda nada a día de hoy, John Fredy argumentó que se debe "al tiempo" que ha transcurrido, ya que "trato de olvidarme de todo eso porque me duele mucho lo que ha pasado", señaló.

Respecto a las puñaladas, manifestó que "es lo que dicen los papeles" pero que "no sabe en qué momento se las dio", aunque consideró que "debía haber tenido mucha rabia" y que lo mismo que le pasó a él le puede pasar a otra personas en las circunstancias en las que él se encontraba.

PRUEBAS PERICIALES.

En este sentido, las pruebas periciales presentadas correspondientes a varios reconocimientos realizados al acusado el 18 de octubre de 2006 y el 8 de marzo y 17 de abril de 2007, constatan que si bien "no se aprecia ninguna alteración" de sus "capacidades intelectivas" existe "demasiada suspicacia" en su comportamiento.

Se trata, según los peritos, de "un recurso normal" de la mente cuando se "quiere olvidar determinados episodios" y se producen "alteraciones con el paso del tiempo" sin que se trate de una patología, por lo que no hay "contenido delirante" en su pensamiento, "conserva la memoria" y "es capaz de recordar con detalle" los hechos.

Asimismo de los informes también se desprende que Jhon Fredy C.M. no presenta dependencia o abuso de sustancias como la cocaína. Por otra parte, concluyen que la causa de la muerte de la víctima fue la hemorragia abdominal que le causaron las puñaladas que recibió en el tórax y que "prácticamente" le seccionaron el bazo y el riñón izquierdo.

Tras el interrogatorio del acusado y la declaración de los peritos, el juicio, con jurado popular, continúa mañana, martes 29 de enero, con la intervención de los testigos.

El Ministerio Fiscal, que califica los hechos como un delito de asesinato con alevosía, solicitó que se imponga una pena de prisión de 18 años al acusado e indemnizaciones para la viuda, el hijo y los padres del fallecido por importe conjunto de 150.000 euros.

La acusación particular de los padres del fallecido pide, por su parte, pena de 17 años y seis meses de prisión y 300.000 euros; y la acusación de la viuda, la misma indemnización pero prisión de 20 años.

Finalmente a Defensa del procesado considera que se trata de un homicidio y apela a las eximentes de enajenación mental transitoria e intoxicación para pedir la absolución del imputado o, en su defecto, pide que se apliquen las atenuantes de embriaguez y efectos de las drogas.