Admitida a trámite la querella contra el director de Policía y Guardia Civil por recortar la libertad sindical

Actualizado: martes, 2 diciembre 2008 20:01

MADRID, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

El titular del Juzgado de Instrucción número 24 de Madrid ha admitido a trámite una querella contra el director de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, que presentaron los sindicatos policiales ante un presunto delito de prevaricación y contra la libertad sindical.

El presidente del Sindicato Profesional de Policía, José Angel Fuentes Gago, interpuso la querella el pasado mes de octubre, después de que Velázquez hubiera supuestamente denegado permisos para ejercer la actividad sindical sin justificación alguna. El Sindicato Unificado de Policía (SUP), la Confederación Española de Policía (CEP) y la Unión Federal de Policía (UFP) se adhirieron a la querella.

La denegación de los permisos se produjo entre el 1 de julio y el 1 de noviembre, pero la denuncia de los sindicatos se refiere únicamente a casos ocurridos después del verano, ya que en la época estival Velázquez excusó su decisión en que hacían falta todos los agentes para atender la 'campaña de verano'.

Los sindicatos exponen que en octubre el director general de la Policía y la Guardia Civil evitó que numerosos delegados se reunieran con otros representantes de la Policía, al rechazar una veintena de exenciones de servicio. Los encuentros tenían previsto celebrarse en medio de la situación de conflicto abierta entre las Fuerzas de Seguridad y el Ministerio del Interior.

El Juzgado de Instrucción cita así a Velázquez con el fin de darle a conocer el contenido de la resolución para que pueda designar un abogado para actuar en su defensa. Además, cita al querellante, José Angel Fuentes Gago para declarar el próximo día 15 de diciembre, a las 10.00 horas, ante el tribunal.

Los delegados tienen derecho a ejercer su actividad sindical y a desarrollar las tareas para el desempeño de esa función, siempre y cuando las autoridades no argumenten que necesitan a los agentes en sus puestos de policía por razones de seguridad.