MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los nuevos consejeros del Ejecutivo de Esperanza Aguirre juraron hoy su cargo en la Puerta del Sol después del primer cambio de Gobierno acometido por la presidenta regional en su segunda legislatura al frente de la Comunidad de Madrid, con la notable ausencia del ex vicepresidente segundo y ex consejero de Justicia y Administraciones Públicos Alfredo Prada, del que Aguirre ha prescindido.
En un acto celebrado en la Real Casa de Correos en el que estuvieron presentes casi el Gobierno al completo así como diputados de la Asamblea de Madrid, los nuevos titulares tomaron posesión de cargos. El primero en jurar su puesto fue el vicepresidente primero y portavoz regional, Ignacio González, al que siguió el consejero Francisco Granados, que a sus competencias en materia de Presidencia e Interior suma las de Justicia tras la marcha de Prada.
Ambos consejeros son dos de los hombres fuertes del Gobierno de Aguirre, a la que dedicaron efusivos besos y abrazos tras jurar su cargo. También tomaron posesión el hasta ahora portavoz del PP en el Parlamento regional, Antonio Beteta, quien a partir de ahora se hará cargo de una fusionada Consejería de Economía y Hacienda; el diputado y senador por Madrid José Ignacio Echevarría, que sustituirá a Manuel Lamela al frente de la Consejería de Transportes e infraestructuras; Ana Isabel Mariño, que suma a sus labores en materia de Vivienda las de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio; y Engracia Hidalgo, que a partir dejará Hacienda para convertirse en consejera de Familia y Asuntos Sociales en sustitución de Gádor Ongil.
Al acto de toma de posesión asistieron los consejeros salientes Fernando Merry del Val, que deja Economía y Consumo; Gador Ongil, que abandona Familia y Asuntos Sociales; Beatriz Elorriaga, que se despide de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y Manuel Lamela, que deja Transportes. El único ausente la cita fue Alfredo Prada.
Esta remodelación del Gobierno de Aguirre se produce en el marco de una Plan regional de austeridad que comprende, entre otras medidas, la congelación de los sueldos de los consejeros y altos cargos para 2008 y 2009.
