Pide tiempo para la investigación del PP y la justicia sobre Rato y otros directivos y se muestra "avergonzado" como político
MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso, ha admitido que le resulta "muy difícil" avanzar en la negociación sobre regeneración democrática con otros partidos mientras se conocen casos como el de las tarjetas opacas de Caja Madrid y Bankia y ha cargado contra quienes las usaron supuestamente de manera fraudulenta: "El daño que ha hecho esta gente es enorme".
En una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, el portavoz ha asegurado que al daño "patrimonial" de los ejecutivos y directivos de la entidad que supuestamente se gastaron más de 15 millones de euros se suma el "daño a la democracia" y el descrédito de los ciudadanos hacia los políticos.
"Estoy horrorizado. Luego viene una coletilla demoledora y es que lo sabía todo el mundo. Pues yo no lo sabía. Es verdaderamente lamentable. Trabajar en regeneración con este clima y estas noticias es muy difícil", ha explicado el portavoz.
Alonso ha señalado que siente lo que cualquier ciudadano ante estos hechos, pero con el añadido de que le da "mucha vergüenza" como político. "Es difícil explicar a los ciudadanos que deben confiar en la política porque es lo único que puede arreglar los problemas y limpiar el pasado", ha añadido.
Sobre la situación de uno de los supuestos usuarios de esas tarjetas, el exministro del PP Rodrigo Rato, ha pedido tiempo para la investigación que ha abierto el partido sobre él y otros 15 afiliados implicados en este supuesto uso fraudulento de tarjetas. "Los jueces también lo están mirando. Las opiniones están muy bien pero tengo una responsabilidad y he de ser prudente, porque no dispongo de toda la información", ha señalado.
EL ALCANCE DE LA RESPONSABILIDAD
En cualquier caso, Alonso se ha mostrado partidario de que se devuelva todo el dinero y se "pague" además con responsabilidades judiciales y que el acuerdo que su partido quiere alcanzar en el Congreso con otros grupos busca ese "compromiso contra la corrupción".
Dentro de ese pacto se debate "el alcance de la responsabilidad" política y penal de los partidos. Sin embargo, ha advertido de que no apoyará nunca que las formaciones políticas sean responsables subsidiarios de lo que hacen sus militantes, porque sería establecer el pago de "justos por pecadores".
"El que tiene que pagar es el que ha hecho el mal. Hay que dotarnos de herramientas suficientes para que eso sea así, cambiar las leyes y reforzar la protección penal. En los partidos también hay justos y yo creo además que son la inmensa mayoría", ha agregado.
En este punto, ha asegurado que en este debate se ha incluido la discusión sobre el delito de cohecho y también sobre el decomiso, para lograr que quien ha robado devuelva efectivamente el dinero o que un juez pueda bloquear cuentas, porque "en España los procesos se dilatan mucho".
