Alonso dice que la estatua de Franco no puede permanecer en la AGM porque no es símbolo del Estado y llama la división

Actualizado: jueves, 22 junio 2006 22:26

El PP mantiene que, sin juzgar si la escultura es "políticamente oportuna", no se debe "abrir heridas"

MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, afirmó hoy que la estatua del general Franco en la Academia General Militar (AGM) de Zaragoza "no puede figurar donde está figurando porque no es eso lo que dice la Constitución", que no la cita como símbolo del Estado de Derecho, y porque una entidad como la citada academia debe albergar los símbolos constitucionales.

En su primera comparecencia en el Senado para explicar las líneas generales de su Departamento, Alonso, en respuesta al portavoz del Grupo Popular en el Senado, Alejandro Muñoz-Alonso, indicó que la Constitución española "llama al encuentro y la concordia de los españoles" y establece los símbolos del Estado de Derecho, entre los que no se encuentran las estatuas del caudillo.

"El Estado democrático y de derecho tiene los símbolos que tiene y la Constitución me parece que no habla de estatuas de Franco. Ese no es un símbolo de Franco", señaló el titular de Defensa.

Alonso incidió en que una institución con "la significación y naturaleza" de la AGM de Zaragoza tiene que albergar los símbolos del Estado, "que no son estatuas de Franco", al tiempo que aludió a la "significación aconstitucional de la famosa estatua" de Zaragoza.

"Tenemos que trabajar para unir a los españoles y para integrarlos y el general Franco y los episodios históricos que se relacionan con la figura del general Franco, sin entrar en su contenido, a lo que llaman es justamente a lo contrario, a la división y al enfrentamiento y ese símbolo, que es un símbolo, no puede figurar donde está figurando porque no es eso lo que dice la Constitución", indicó. El titular de Defensa concluyó su réplica a Muñoz Alonso asegurando que si realmente se cree en España y en la convivencia democrática, no se pueden mantener símbolos que no apelan al entendimiento. "Es una cuestión creo de política y de sentido común. Si nos creemos España, si nos creemos la convivencia democrática de España, no podemos convivir con cosas que apelan justo a todo lo contrario" aseveró.

El ministro respondió así a las críticas que le dirigió el portavoz del Grupo Popular, Alejandro Muñoz Alonso, quien le reprochó que como jurista hubiera definido la estatua de Franco como "anticonstitucional", sin entrar a juzgar si es "políticamente oportuna". El senador 'popular' le transmitió que esta retirada de símbolos le recuerda a las modificaciones de la historia que realizaba el régimen soviético.

Muñoz Alonso, que protagonizó la anécdota de la jornada al dirigirse un su réplica, por un lapsus, al "general Anasagasti", indicó en su segunda intervención que es partidario de "no abrir heridas y no pelear por batallas en las que no estuvimos".

Por parte del PNV, el senador Iñaki Anasagasti, del PNV, trasladó al senador Muñoz Alonso pidiéndole que le parece "extraordinariamente bien" la retirada de una estatua del general Franco, "muerto desgraciadamente en la cama", porque se sublevó contra un Gobierno legítimamente constituido.

ARMAMENTO VERBAL

Tras indicar que conoció en el exilio generales que todavía no han sido reconocidos, Anasagasti trasladó a Muñoz Alonso que considera al general Franco "un gran asesino", le reclamó que no banalice sobre este tema y le advirtió de que si se mantiene en esa línea él tiene "armamento verbal suficiente" para hacerle frente.

"Si sigue usted por ese camino, señor Alonso, por ese camino, verá usted dentro de muy poco tiempo al señor Chapote o al señor Josu Ternera pasearse por las calles y usted escribirá artículos contra ellos. Considero que el señor Chapote es un asesino pero también considero que el general Franco fue un gran asesino. No banalizo y no le quito importancia a esas cosas y no quiero que las futuras generaciones consideren que el general Franco hizo una gran epopeya militar sublevándose contra el pueblo español y contra la legalidad", concluyó Anasagasti.