La acusación particular rebaja su petición de pena a 18 años, la fiscalía la mantiene en 17 y la defensa pide 5 años y "clemencia"
SANTANDER, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
El jurado popular ha declarado culpable de un delito de asesinato al joven acusado de matar a su padre de una puñalada en una plaza de Santoña en mayo de 2007.
Los miembros del jurado han considerado probado por unanimidad que Jesús Ángel L.A. mató "de forma sorpresiva" y "sin previo aviso" a su padre, que no tuvo "ninguna oportunidad de defenderse". Y también que el acusado, pese a haber consumido drogas y alcohol con anterioridad a los hechos, conservaba "su voluntad y su capacidad de entender y comprender lo que hacía".
En su veredicto han tenido en cuenta tanto la declaración del propio acusado, que afirmó que su padre se sorprendió al ver el cuchillo, como las pruebas periciales, según las cuales no estaba bajo los efectos "simultáneos" de alcohol y drogas en el momento de los hechos ni tampoco tenía "alteradas" sus facultades mentales.
En este sentido, no consideran probado que el acusado fuera consumidor habitual de cocaína ni que hubiera tomado ese día o los anteriores "dosis elevadas". Asimismo, rechazaron que hubiera ingerido "distintas y abundantes" bebidas alcohólicas desde la mañana.
En lo que sí coincidieron la mayoría de los miembros del jurado fue en que el joven quería causar la muerte de su padre "y así lo hizo", y también reconocieron --en este caso por unanimidad--, que el hombre acudió a la Guardia Civil a confesar el crimen.
Por el contrario, no consideran probado que padre e hijo hubieran mantenido una fuerte discusión antes de la agresión, que se produjo en torno a las ocho de la tarde en la plaza San Antonio de Santoña, ni que el joven llevara habitualmente un cuchillo porque sentía la "necesidad de protegerse".
PENAS
Ante este veredicto, la Fiscalía ha confirmado la pena solicitada de 17 años de cárcel e indemnización de 100.000 euros para la compañera sentimental de la víctima, mientras que la acusación particular la ha rebajado de 19 a 18 años de prisión, aunque mantiene la indemnización de 60.000 euros.
Por su parte, la defensa ratifica su petición de cinco años de cárcel y pide "clemencia" para su patrocinado, ya que considera que las penas solicitadas por las demás partes son "desproporcionadas", porque no contemplan la atenuante de arrepentimiento ni la drogadicción del acusado, que es "genérica" más allá del consumo puntual de aquel día.
