(Ampl) Sequía.- El Gobierno catalán suprime la Excepcionalidad II y la llegada de agua en barco desde Tarragona

Actualizado: martes, 3 junio 2008 18:54

Todas las cuencas excepto la del río Muga (Girona) pasan al nivel de Excepcionalidad I

BARCELONA, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -

El consejero de Medio Ambiente y Vivienda, Francesc Baltasar, anunció hoy que, ante el aumento de las reservas de agua por las lluvias de mayo, la Generalitat ha suprimido la Excepcionalidad II en casi todo el territorio catalán, y también la llegada de barcos cargados con agua potable procedentes del Camp de Tarragona.

En rueda de prensa tras el Consejo Ejecutivo, añadió que la Generalitat estudia rescindir de forma "anticipada" el contrato de los barcos que traen agua procedente del sur de Francia, que salen concretamente del puerto de Marsella.

Con el aumento de reservas, la cuenca de los ríos Ter y Llobregat --que abastece a 5,5 millones de catalanes que viven en Barcelona y Girona-- pasa de la fase de Excepcionalidad II a la I, con lo que se levanta la prohibición de llenar piscinas y regar jardines con agua de boca. La única cuenca catalana que mantiene la fase de Excepcionalidad II es la del río Muga, en el Empordà (Gerona).

Así, 49 municipios catalanes siguen en Excepcionalidad II, mientras que a día de hoy, son 412 los municipios que están en Excepcionalidad I. Entre ellos destaca Barcelona, grandes ciudades de la conurbación metropolitana como Cerdanyola del Vallès, Terrassa y Vilafranca del Penedès; localidades de comarcas centrales como Igualada, Berga, Vic y Manresa; y municipios de Girona como Palafrugell, Palamós, Sarrià de Ter y Sant Feliu de Guíxols.

Mientras, el decreto de sequía seguirá vigente al menos hasta fin de año, recordando que hace dos meses, las reservas apenas superaban el 20% del total, frente al porcentaje actual, que en el caso de los ríos Ter y Llobregat, supera el 50%, alcanzando así un porcentaje similar al de hace un año, cuando ya estaba activado el decreto.

DESPIDO A LAS SANCIONES.

Con el cambio de fase, dejan de estar activas algunas medidas, como la prohibición de usar agua potable para llenar piscinas o jardines. En el caso de los municipios de la conurbación de Barcelona miembros de la Entidad del Medio Ambiente (EMA) del Área Metropolitana (AMB), se aprobaron sanciones de hasta 3.000 euros para quienes usaban agua potable para estos usos.

Sigue prohibido usar agua potable para fuentes ornamentales --pueden funcionar con agua freática--, la reducción de un 15% de las dotaciones de riego de los sistemas regulados, y la anulación de los desembalses para el uso exclusivamente hidroeléctrico.

La fase de excepcionalidad II tampoco permitía el uso de agua potable para regar jardines, huertos, zonas verdes o deportivas; baldear la vía pública; lavar coches con mangueras --a menos que se hiciera en empresas dedicadas a esta actividad--. Además, obligaba a tener cerradas las fuentes para el consumo humano sin mecanismos de cierre automático.

BALTASAR: "NO NOS HA TEMBLADO EL PULSO".

Baltasar declaró que al Gobierno catalán ha afrontado correctamente el déficit hídrico, aunque admitió que problemas en la comunicación, y añadió que por la rapidez con que se ha debido actuar "no se han podido tomar decisiones con el diálogo previo" que debe reivindicarse "siempre". "No nos ha temblado el pulso para tomar decisiones", dijo, y apreció que, frente a las críticas al proyecto de interconexión finalmente descartado, "pocas voces" han aportado una alternativa "viable" al minitrasvase.

Aseguró que el Gobierno catalán se encontró con un sistema "débil" y que, con la gestión de la crisis, se ha "aprendido" que la lucha contra la sequía no se basa en "una solución mágica o única", sino en un "sumatorio" de actuaciones.

"Los que han podido hablar de improvisación se equivocan", dijo. Explicó que la ACA empezó a planificar la situación "hace un año", y que "había determinados momentos" en que no se pudieron "consensuar" algunas cuestiones.

Indicó que el Gobierno catalán encontró "sorpresas desagradables, como el uso "partidista" de las pérdidas en una tubería de Badalona (Barcelona), en el barrio de El Canyet, y dijo que "todo el mundo sabía que existía" esta fuga, que hace "30 años" que se produce.

Afirmó que el Gobierno catalán ha tomado "decisiones con mucha transparencia", pero que no ha sabido explicarlas bien. "Esto a mí me puede doler", dijo Baltasar, recordando que él se había dedicado al periodismo antes de ser alcalde de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) de 1979 a 2000.

Al preguntársele si está satisfecho por la actitud del Gobierno con la Generalitat, dijo que ha habido "buen diálogo" y "momentos más buenos y más malos" que "forman parte de la dialéctica" de ambos gobiernos ante un tema tan complejo. Además, vio positiva la voluntad de la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, de impulsar un "gran pacto sobre agua" a nivel estatal.

Fue preguntado sobre la aparición, a mediados de marzo, de estacas en la comarca de la Cerdanya, que elevaron la sospecha del proyecto inicial de la Generalitat de traer agua del río Segre a Barcelona con una tubería que pasaba por el túnel del Cadí y que enlazaba Prats i Sansor (Gerona) con la comarca del Berguedà. Sobre ello, aseguró desconocer quién encargó colocarlas a la empresa que lo hizo.

Por otra parte, la portavoz del Gobierno catalán, Aurora Masip, dijo que la lucha contra la sequía "no se para", como prueban actuaciones en los municipios de Cerdanyola del Vallès, Abrera, Sant Pere de Vilamajor y Cànoves i Samalús (Barcelona), para mejorar el suministro.

SIN INTERCONEXIÓN "A LA VISTA".

El consejero aseguró que "en ningún caso" se aprovechará la construcción de la desalinizadora de Cunit, en el Baix Penedès (Tarragona), y que enlazará la red de aguas del Ebro que da servicio a Tarragona y alrededores, con la red de Barcelona y Gerona, para traer agua del río Ebro a la capital catalana.

Aseguró que no hay ninguna interconexión "a la vista" por parte del Gobierno catalán, tras pedir que finalmente se derogue el Real Decreto que permitía construir la tubería que enlazaba la red del CAT y la ATLL.

Con las lluvias, que consagran mayo como uno de los meses más lluviosos de la historia y que han elevado las reservas de agua de los ríos Ter y Llobregat al 54% de su capacidad, ambos gobiernos decidieron posponer su proyecto de interconectar ambas redes. El proyecto permitía la llegada de agua del Ebro a Gerona y la capital catalana para evitar restricciones hasta mayo de 2009, cuando se prevé que entre en servicio la desalinizadora que se construye en El Prat de Llobregat (Barcelona).

Baltasar explicó que la red del CAT "dentro de pocos años tendrá realmente problemas de abastecimiento" por el "crecimiento sostenido y continuado de la demanda". Así, la red de aguas del CAT y la del ATLL llegarán a la desalinizadora de Cunit, hoy en proyecto y cuya configuración se concretará en los próximos meses. Pese a esa llegada, aseguró que en ningún caso ello significará que el agua del Ebro sirva para abastecer a Barcelona y Gerona.

Por otra parte, el Gobierno catalán encargó hoy a la ACA ultimar su plan de gestión de la sequía. Además, en la planificación hasta 2025, que será un elemento de discusión que se llevará "al conjunto de la sociedad", habrá "soluciones necesarias" ante el déficit, descartando en cualquier caso la interconexión, que no está "al orden del día ni a las perspectivas" del Gobierno catalán.