(Ampliación) Atentado.-El vicario general castrense emplaza a los terroristas a abandonar "el camino de la destrucción"

Actualizado: domingo, 2 diciembre 2007 16:50

El funeral fue presidido por los Reyes y los Príncipes de Asturias y contó con la presencia de Zapatero, Rajoy y la cúpula policial

MADRID, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

El vicario general castrense, Ángel Cordero, emplazó hoy a los terroristas a abandonar "el camino de la destrucción", durante la celebración del funeral por el guardia civil Raúl Centeno, asesinado ayer en la localidad francesa de Capbreton.

En el transcurso de la homilía Cordero rogó por aquellos que están "atrapados en la espiral de la violencia y se han convertido en mensajeros de la muerte" para que salgan de "su ceguera" y "abandonen el camino de la destrucción".

El sacerdote destacó que la muerte de Raúl Centeno --que fue tiroteado junto a su compañero Fernando Trapero, herido grave, en el sur de Francia-- se ha producido "cuando, confiados, esperábamos el final de la violencia".

Rogó también por todos los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para que continúen "con la defensa de la paz y la libertad de todos los ciudadanos".

El vicario general expresó el sentir general y aseguró que "todos" se encuentran "hundidos por el dolor" ante esta muerte y por "la carga de injusticia y maldad que conlleva"

"Ayer se cumplió más que nunca el lema 'Todo por la Patria' que podemos ver en todos nuestros cuarteles", dijo. Recordó, además, que la Guardia Civil ha sufrido un total de 206 bajas por atentados terroristas.

Cordero trasladó a los familiares el pésame del Papa Benedicto XVI que, según dijo, se ha sentido "profundamente apenado" por esta muerte, y ha elevado plegarias para el consuelo de cuantos lloran al fallecido.

PRESIDIDO POR LOS REYES Y LOS PRÍNCIPES.

El funeral estuvo presidido por los Reyes y los Príncipes de Asturias y contó con la presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, y numerosos miembros de la cúpula policial y de la Guardia Civil, encabezados por su director general, Joan Mesquida.

El embajador francés en España y representantes de las policías galas asistieron también al acto fúnebre, celebrado en la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid.

Acudieron también el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, los ministros de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; Defensa, José Antonio Alonso; Justicia, Mariano Fernández Bermejo; Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos; y Administraciones Públicas, Elena Salgado.

El presidente del PP estuvo acompañado por el secretario general del PP, Ángel Acebes, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Acudió, además, el alcalde madrileño, Alberto Ruíz Gallardón, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco y el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares.

IMPOSICIÓN DE MEDALLAS DE ORO.

El Rey Don Juan Carlos impuso al guardia civil asesinado, perteneciente al Grupo de Apoyo Operativo (GAO), la Cruz de Oro al Mérito de la Guardia Civil y la Medalla de Oro al Mérito de la Policía.

Los dos distintivos fueron entregados a los padres del fallecido al término de la homilía, en un momento especialmente emotivo del funeral, al que acudieron una treintena de familiares de la víctima. El padre de Raúl Centeno besó la medalla antes de agradecerle al general jefe de Información de la Guardia Civil, encargado de la entrega, la concesión del distintivo.

El Rey Don Juan Carlos y la Reina Doña Sofía acompañados por los Príncipes de Asturias Don Felipe y Doña Letizia dieron el pésame a los padres, el hermano y la novia de Raúl Centeno. Los Reyes y los Príncipes abrazaron estrechamente a los familiares, que siguieron la ceremonia visiblemente afectados.

La llegada del féretro al patio de la Dirección General de la Guardia Civil provocó la irrupción en aplausos de los allí congregados entre los que se encontraban numerosos compañeros del fallecido y familiares de guardia civiles que viven en el complejo.

El féretro fue portado por ocho compañeros de la víctima, miembros también del GAO, que condujeron el ataúd escoltados por seis representantes de la Escuela de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada vestidos con el uniforme de gran gala.

El ataúd fue depositado, ante el altar y frente a los familiares, cubierto con la bandera de España y coronado por el tricornio del guardia civil asesinado. El féretro descansó en este lugar toda la ceremonia, franqueado por tres coronas de flores.

La formación de honor presente en el funeral cantó el himno de la Guardia Civil y 'La muerte no es el final'. Momentos antes de la retirada del cuerpo sonó el himno de España, a cuyo término pudieron escucharse gritos de "Viva Raúl" y "Viva la Guardia Civil". Los familiares se retiraron entre los aplausos de los asistentes.