El dueño del vehículo lo había comprado la semana pasada, por lo que aún no aparecía en la documentación analizada por la Guardia Civil MADRID, 31 Dic. (EUROPA PRESS) -
La banda terrorista ETA robó el pasado día 27 en el sur de Francia la furgoneta Renault Traffic con la que atentó ayer contra la terminal 4 del aeropuerto de Madrid Barajas a un ciudadano español vecino de Oñate (Guipúzcoa), al que mantuvo secuestrado tres días en los Pirineos, informó hoy el Ministerio del Interior.
El pasado miércoles este guipuzcoano, aficionado al montañismo, se encontraba en la localidad francesa de Luz Ardiden, en el departamento de los Pirineos Altos, adonde se había desplazado solo en su furgoneta para acampar en la zona, algo que solía hacer habitualmente.
En un momento del día le abordaron tres personas encapuchadas que se identificaron como miembros de ETA y le indicaron que no se preocupara ya que no le iba a pasar nada si colaboraba con ellos. Esa noche durmieron los cuatro en la furgoneta y al día siguiente, el jueves, después de que los terroristas hicieran varias llamadas de móvil, un coche apareció en la zona.
Fue entonces cuando los terroristas introdujeron al montañero en el maletero del coche y lo tuvieron dando vueltas en los alrededores de la zona durante todo el día. Las otras personas que llegaron en el nuevo vehículo se fueron con la furgoneta. Esa noche, la del jueves, el montañero pasó la noche en una cabaña con sus tres secuestradores.
Al día siguiente, 29 de diciembre, se repitió la operación de meterle en el maletero y tenerle dando vueltas por la zona. Los secuestradores le llegaron a preguntar si su familia le iba a echar de menos, pero el montañero les dijo que no, porque él suele subir a la montaña a pasar varios días solos. Aun así, los terroristas le dejaron que enviara varios mensajes de móvil a sus familiares para evitar despertar sospechas. Esa noche el montañero durmió con los secuestrados en el mismo vehículo.
En la mañana de ayer, día del atentado, sobre las 10.00 horas los terroristas abandonaron al montañero en un camino y le indicaron que lo siguiera porque a cierta distancia encontraría el pueblo de Escot. Al llegar a esta localidad, el guipuzcoano compró una tarjeta de teléfono y relató a su familia todo lo sucedido.
INVESTIGACIÓN PARALELA DE LA GUARDIA CIVIL
Durante la mañana de ayer y casi de forma paralela a la liberación del secuestrado, la Guardia Civil había abierto una investigación inmediatamente después de que un comunicante anónimo alertara a la DYA del País Vasco sobre la colocación de una furgoneta Renault Traffic en el aparcamiento de la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid Barajas, de la que aportó la matrícula.
La Benemérita, que posee un registro de matrículas, encontró que esa matrícula pertenecía efectivamente a un vehículo con las características de la furgoneta y localizó al propietario. Sin embargo, éste afirmó que vendió el vehículo la semana pasada, por lo que en el registro aún no aparecía el nuevo propietario, informaron a Europa Press fuentes de la investigación.
No obstante, el antiguo propietario de la Renault Traffic facilitó a la Guardia Civil el domicilio del dueño actual en Oñate, adonde se dirigieron los agentes. En la vivienda, la Guardia Civil encontró a los padres del montañero --ya que éste residía con ellos-- quienes les informan de que su hijo les acaba de llamar contándoles todo lo ocurrido. La Guardia Civil tomo declaración al antiguo propietario de la furgoneta, al montañero secuestrado y a los padres de éste.
El secuestro del montañero permitió que los terroristas no se vieran obligados a cambiarle las placas de matrícula a la furgoneta, ya que el dueño no iba a denunciar el robo del vehículo al estar retenido por la banda.
Por otra parte, la Policía francesa, informada por las autoridades españoles de estos hechos, investiga el rapto del montañero, quien podría tener que volver al lugar de los hechos en el país vecino para aportar más detalles.
EL COCHE FUE ESTACIONADO EN EL PARKING LA NOCHE DEL 29
Fuentes del Ministerio del Interior informaron hoy de que la principal línea de investigación apunta como línea "más probable" que la furgoneta fue estacionada en el aparcamiento de la T4 la noche anterior al atentado y que estaba cargada con más de 200 kilos de explosivos, añadieron las fuentes.
Técnicos de la Comunidad de Madrid estimaron hoy que la carga explosiva de la furgoneta podría oscilar entre los 500 y 800 kilos. Sin embargo, los agentes de Policía Científica y Técnicos Especialistas en Desactivación de Explosivos (TEDAX) realizaron ya ayer un primer cálculo sobre la carga que contenía la furgoneta y concluyeron que estaba compuesta por alrededor de 200 kilos de material explosivo. El cálculo de los especialistas se basa en los destrozos causados por la bomba expansiva.
Por otra parte, la gran cantidad de explosivo hace pensar a los investigadores que ETA pueda haber recuperado la bomba tipo 'Grozni', que consiste en anclar un recipiente metálico lleno de explosivo al interior del vehículo y colocar sobre su superficie una caja con el temporizador.
POSIBLE 'COMANDO' ITINERANTE.
Este es uno de los indicios que maneja la Policía para considerar que los autores del atentado son miembros de un 'comando' que viajó hasta la capital para cometer la acción terrorista y regresó al País Vasco o, incluso, Francia. Del visionado de las cámaras de seguridad y de los datos que emite el ticket de ingreso en el aparcamiento, los agentes determinarán en qué momento los terroristas abandonaron la furgoneta-bomba en el aparcamiento.
Tradicionalmente, ETA ha utilizado dos vehículos para cometer este tipo de atentados. Uno de ellos va por delante, actuando de 'lanzadera' para avisar de posibles controles o presencia policial y el que contiene la carga explosiva viaja detrás. Cuando el terrorista que conduce el coche-bomba deja que éste listo para estallar con un temporizador regresa en compañía del otro terrorista en el primer vehículo, por lo que dos personas son suficientes para cometer el atentado.
Fuentes policiales indicaron hoy que en el aparcamiento de la T4 se ha encontrado un coche robado, pero precisaron que no tiene nada que ver con el atentado, sino que se trata de un caso de delincuencia común.
