MADRID, 11 May. (EUROPA PRESS) -
La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado al etarra Balbino Saenz Olarra a 105 años de prisión por dos delitos de conspiración para el homicidio con fines terroristas, cuatro de homicidio terrorista en grado de tentativa, uno de depósito de armas, otro de explosivos, tres de robo con fuerza de vehículos a motor y uno de falsedad documental cuando integraba el comando 'Txirrita' con base en Madrid.
El tribunal ha considerado probado que el miembro de la banda terrorista ETA planeaba junto a otros componentes del citado comando preparar varios atentados en 2002, en los que se planeaba atentar contra la vida del ex ministro del Interior José Barrionuevo y la entonces concejal socialista de Madrid Matilde Fernández, entre otros.
La Sección Primera absuelve a Saenz Olarra del delito de pertenencia a banda armada del que había sido también acusado después de que el fiscal Juan Moral retirara la imputación en la vista oral dado que el etarra ya ha cumplido prisión en Francia por asociación de malhechores.
El tribunal ha tenido en cuenta, según la sentencia hecha pública hoy, las declaraciones en sede policial de otros integrantes del grupo, Mikel San Argimiro Isasa e Imanol Miner Villanueva, que reconocieron la pertenencia de Saenz Olarra al comando "Txirrita".
El fallo pone además de manifiesto que existen pruebas de caracter dactiloscópico, lofoscópico y de identificación genética por ADN que acreditan la presencia del miembro de la banda terrorista ETA en el piso utilizado por el comando, en el que fueron intervenidos armamento y explosivos.
Estas pruebas establecen la relación directa de Saénz Olarra con los paquetes que contenían la dinamita y con las notas encontradas en la casa sobre posibles objetivos, indica la sentencia que añade que parte de la documentación localizada "se corresponde grafológicamente con su autoría" y se aprecia la existencia de huellas dactilares en una de las cajas encontradas en la vivienda.
SEGUIMIENTOS
La Sección Primera considera además que ha quedado acreditada la realización de seguimientos y toma de detalles de personas que iban a ser objeto de atentado en los casos de Barrionuevo, Fernández y tres dotaciones policiales.
El comando estaba acusado de haber intentado hacer explotar coches-bomba contra furgones de la Policía Nacional que prestaban servicio durante los partidos de fútbol que se jugaban en el estadio del Rayo Vallecano. Los procesados intentaron esta acción criminal los domingos 31 de marzo, 14 y 28 de abril de 2002 en la Avenida del Mediterráneo de la capital, pero desistieron al no aparecer ninguna de las furgonetas policiales.
Además de la información para atentar contra Barrionuevo y Fernández en el piso-franco se encontró información detallada sobre diversas personalidades de la vida política, social y económica, jueces, fiscales, policías y militares y otras personas conocidas a través de los medios de comunicación.
En cuanto al ex ministro socialista José Barrionuevo, los terroristas llevaron a cabo una detallada información sobre su domicilio, costumbres e itinerarios, y habían decidido atentar contra él ese mismo año. El asesinato no pudo llevarse a término al no aparecer el ex ministro y ser detenidos San Argimiro y Miner el 14 de mayo de 2002.
Igualmente el "comando Txirrita" había decidido acabar con la vida de la entonces concejal del PSOE Matilde Fernández mediante la colocación de un coche-bomba en las inmediaciones de su domicilio. Según un informe obrante en el sumario, los terroristas habían realizado incluso un croquis de itinerarios que seguía habitualmente el vehículo de la edil y tenían varias fotografías suyas, si bien tampoco pudieron cumplir sus planes al no aparecer el coche oficial cuando ellos lo planearon.
