El Ararteko advierte de la tolerancia al entorno de ETA dentro de algunas familias en pequeños municipios de Guipúzcoa

Actualizado: martes, 14 julio 2009 12:20

MADRID, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Ararteko (Defensor del Pueblo del País Vasco), Iñigo Lamarca, abogó hoy por incidir en la "reeducación de muchos adultos" que forman un sector de la población vasca con "gran capacidad de presión" social en pequeños municipios, sobre todo de Guipúzcoa, y que no condena la violencia ejercida desde el entorno de la izquierda abertzale o la banda terrorista ETA.

En referencia al primer 'Informe de Atención institucional a las víctimas del terrorismo en Euskadi', presentado ayer, Lamarca instó a realizar "una labor formidable" y "de mayor rigor" en lo que concierne a la educación en valores para que no tengan lugar actitudes de no rechazo a ETA, que son "particularmente intensas y significativas en localidades pequeñas de Guipúzcoa".

En declaraciones a RNE, recogidas por Europa Press, el Ararteko apuntó que cerca de un 10 por ciento de jóvenes justifican la violencia terrorista motivados por unos valores "adquiridos a través de sus padres". De esta forma, el Defensor del Pueblo vasco pidió un mayor esfuerzo en la educación recibida en el círculo de la familia, seguido por el grupo de amigos y, finalmente, en la escuela.

"La posición que aportamos como Defensor del Pueblo es ética y hay herramientas y recorrido para penetrar en ese sector tanto de adultos como de niños que es muy minoritario", prosiguió Lamarca quien, aunque avisó de la "significancia" de este sector, recordó que más del 70 por ciento de la sociedad vasca rechaza de forma clara a la banda terrorista. "Hay que penetrar en este sector opaco que está alimentando con sus actitudes el terrorismo de ETA", añadió.

Según explicó, el informe del Ararteko refleja que "algo falla" en "el tejido moral" de la sociedad vasca y que es un sector minoritario que antepone planteamientos políticos a algo que debería ser "incuestionable" como es la defensa del derecho a la vida y los derechos fundamentales. A su juicio, que una parte de la sociedad no tenga claro ese planteamiento es "preocupante" y pone de manifiesto que desde los órganos institucionales se debe realizar "una labor formidable en educación, valores y reeducación de muchos adultos".