LOGROÑO, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil están investigando las matrículas de los coches aparcados en las inmediaciones del Cuartel del Instituto Armado en Calahorra para comprobar que no exista un segundo coche-bomba en la zona, según fuentes de la investigación.
Agentes del cuerpo de Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX) están analizando con perros adiestrados la zona acordonada para descartar que exista un segundo artefacto explosivo.
Por el momento, el dispositivo policial desplegado ha obligado a los vecinos que residen en las viviendas colindantes a no abandonar sus domicilios, y las dotaciones sanitarias han tenido que intervenir a varias personas que han sufrido crisis de ansiedad tras la explosión.
Asimismo tampoco se permite la entrada a la zona de los residentes que en el momento de la detonación no se encontraban en las viviendas. Tras proceder al desalojo de la instalación, los agentes del Instituto Armado ha ampliado la zona acordonada hasta la glorieta de Quintiliano, cortando a su vez la calle de Bebricio.
El coche-bomba estalló hoy a las 14.00 horas en las inmediaciones del cuartel, aunque la fuerza de la deflagración lo ha desplazado al otro lado de la calle General Gallarza. Previamente, la central de DYA en Vizcaya recibió a las 13.28 horas una llamada en nombre de la banda terrorista ETA avisando de la colocación de la bomba.
Según fuentes cercanas a la investigación, una persona ha resultado herida leve tras la detonación, y el delegado del Gobierno. en La Rioja, José Antonio Ulecia, se dirige hacia Calahorra para conocer los detalles del atentado.
El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, y el director general de la Policía Nacional y la Guardia Civil, Joan Mesquida, también se han trasladado a Calahorra tras tener constancia del atentado.
