Atentado contra Isaías Carrasco: el asesinato de ETA a un exconcejal socialista frente a su casa y su familia

Isaías Carrasco, exconcejal socialista asesinado por ETA
Isaías Carrasco, exconcejal socialista asesinado por ETA - PSE-EE
 
Actualizado: domingo, 8 marzo 2020 11:29

7, Mar. (EDIZIONES)

Isaías Carrasco Miguel salía el 7 de marzo de 2008 a las 13:25 de su casa en Modragón, Guipúzcoa, para dirigirse a trabajar a su puesto de cobrador de peaje en la AP-1 a la altura del municipio de Vergara. A los pocos segundos de salir de casa, Ángeles y su hija Sandra oyen desde el interior de la vivienda lo que creyeron que eran cohetes. Ángeles decide bajar para ver qué ocurre y su hija se asoma a la ventana, desde donde ve cómo su padre sale del coche y cae al suelo mientras un hombre que porta un arma sale corriendo. El etarra Beinat Aguinagalde, que iba a cara descubierta y con barba postiza, disparó hasta en cinco ocasiones contra Carrasco causándole heridas en el tórax, hígado, abdomen superior, cuello, muñeca y antebrazo, para luego escapar en un todoterreno gris con la matrícula doblada en el que le esperaba otro terrorista.

En ese momento, Carrasco queda tendido en el suelo muy grave abrazado por Ángeles y su hija. Ambas le animan diciéndole "vas a salir de ésta", algo a lo que él responde negando con la cabeza. La hija también intenta auxiliarle con gritos de "asesinos". Es trasladado al Hospital de Arrasate aún con vida a las 13:50 y a pesar de los intentos del equipo médico por reanimarle, fallece a las 14:45.

El exedil socialista es asesinado por ETA a los 43 años de edad y deja a tres hijos de 4, 17 y 20 años de edad. Había sido concejal de Mondragón desde junio de 2003 hasta mayo de 2007, año en el que se celebraron elecciones municipales y que, por el puesto que ocupaba en las listas, no resultó finalmente elegido. Tras esto, Carrasco decidió prescindir del escolta que le correspondía por haber ocupado dicho cargo durante esa legislatura.

Se trata de la tercera víctima mortal de la banda terrorista después de que en junio de 2007 declarara el alto el fuego permanente. El atentado se produce a solo dos días de las elecciones generales que enfrentaría al candidato del PP, Mariano Rajoy, y al presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, quien acaba imponiéndose en los comicios para afrontar una segunda legislatura. Con el asesinato de Isaías Carrasco ya son 38 los políticos asesinados por ETA desde 1975, año del atentado contra el expresidente del Gobierno Luis Carrero Blanco.

CONDENA CASI UNÁNIME

Ese mismo viernes las asociaciones de víctimas hacen un llamamiento para que las elecciones se celebren con normalidad porque "el rumbo del país lo marcan los demócratas, no los terroristas" y animan a los ciudadanos a que exhiban banderas con crespones negros en sus balcones.

Todos los partidos presentes en el pleno del Ayuntamiento de Mondragón condenan el ataque salvo Acción Nacionalista Vasca (ANV), que ocupa la alcaldía del municipio. La exalcaldesa del municipio, Inocencia Galparsoro, acude al hospital tras el fallecimiento de Carrasco pero allí militantes socialistas la obligan a abandonar el centro hospitalario. Los ediles de ANV en Mondragón deciden abandonar sus cargos durante los dos días que iba a durar el luto. Por su parte, el PSE anuncia que todos los partidos "democráticos" suspenden la campaña electoral y que celebrarán concentraciones el día siguiente en todas las instituciones vascas y una manifestación en Mondragón.

José Luis Rodríguez Zapatero se entera del asesinato durante un mitin en Málaga, donde en pleno escenario el expresidente de Andalucía Manuel Chaves se acerca donde él para darle la noticia: "José Luis, tienes que salir rápido porque han tiroteado a un concejal socialista y no sabemos nada más". El semblante de Zapatero cambia en un instante mientras recibe los saludos de los asistentes al acto y la única frase que se le oye decir fue la de "vámonos ya". El momento en el que el presidente recibía la noticia fue captado por la agencia Reuters:

Ese mismo día, por la tarde, hace una declaración institucional a las 17.00 horas en la que asegura que la banda terrorista había querido "interferir" en la voluntad de los ciudadanos ante las elecciones y afirma que ETA está ya "vencida y repudiada" y que su único destino es "la desaparición y la cárcel".

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, califica el atentado como "salvajada y acto de barbarie humana" y pide a los ciudadanos que se manifiesten: "Estamos hartos de la violencia de ETA y convencidos de que ha perdido el norte definitivamente". Íñigo Urkullu, presidente del PNV, llega a decir que ETA es "una de las peores copias de la violencia yihadista".

Batasuna, formación ilegalizada en 2003 por sus estrechos lazos con ETA, también reacciona tras el ataque, aunque una vez más no lo condena porque aseguran que las condenas tienen como objetivo "criminalizar, perseguir e ilegalizar a la izquierda abertzale, en lugar de ir a las raíces del conflicto y realizar serios intentos para resolverlo".

LA RESPUESTA CIUDADANA

Un día después del atentado y uno antes de que se celebrasen las elecciones, la hija de Isaías Carrasco, Sandra, comparece ante los medios en un acto de apoyo a la familia en Mondragón al que asisten numerosas autoridades vascas y estatales. Sandra Carrasco aprovecha ese momento para mandar un mensaje a la población para que votara: "A mi padre lo han asesinado por defender la libertad, la democracia y las ideas socialistas. Ha sido siempre un hombre valiente (...) y los que le han matado han sido unos cobardes que no tienen cojones. Sobre todo quiero pedir una cosa, que el asesinato de mi padre no sea manipulado por nadie, no lo vamos a tolerar. Yo y mi madre iremos a votar y eso es lo que pido, que todo el mundo vote, y los que quieran solidarizarse con nuestro dolor, que acudan masivamente a votar para decirle a los asesinos que no vamos a dar un solo paso atrás".

Dos días después del crimen tiene lugar la capilla ardiente en el Ayuntamiento de Mondragón, a la que asisten centenares de personas y dirigentes de todos los partidos excepto ANV. Este acto no está exento de polémica, ya que el PP asegura que el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, había impedido a Mariano Rajoy acercarse al féretro de Carrasco y dar el pésame a la familia. Los socialistas niegan este hecho y explican que López se limitó a decirle a Rajoy que no volviesen a decir que el PSOE agredía a las víctimas del terrorismo, algo a lo que el líder de la oposición prefirió guardar silencio.

Al día siguiente, 10 de marzo, miles de personas salen a las calles de Mondragón bajo el lema 'Por la libertad. ETA no'. Uno de los momentos más emotivos de la marcha ocurre a su paso por la calle Navas de Tolosa, donde vivía y fue asesinado Carrasco, y donde los manifestantes se detienen y guardan un minuto de silencio. El momento más tenso se produce cuando los manifestantes caminan frente a un balcón del que cuelga una pancarta a favor de los presos de ETA y se profieren gritos de "asesinos". Ese mismo día se celebran concentraciones y manifestaciones por toda España en repulsa al crimen que había acabado con la vida del exconcejal.

Antes de que se celebrase la multitudinaria marcha, Ezker Batua-Zutik, formación que gobernada en coalición con ANV en el municipio, se había reunido con sus socios y les había comunicado que se había producido una "importante quiebra de confianza" por no haber condenado el atentado. Ese día comienza a hablarse de una posible de una moción de censura y el día siguiente EB anuncia que rompe el pacto con ANV.

CRISIS POLÍTICA Y ENCARCELAMIENTO DE LA ALCALDESA

Casi un mes después de que ETA asesinara a Isaías Carrasco, el 2 de abril de 2008, la banda terrorista publica un comunicado en el periódico ‘Gara’ en el que asume la autoría del atentado contra el exconcejal y advierte a Zapatero de que no tendrá estabilidad ni paz si no reconoce el derecho a autodeterminación del pueblo vasco. En el comunicado la banda lanza la siguiente pregunta: “¿No pensarán los militantes del PSOE que ETA se va a quedar de brazos cruzados viendo como, con toda impunidad, torturan a militantes vascos, los detienen, les imponen una condena de por vida e ilegalizan partidos políticos?”.

Esto hizo que el PNV, que hasta ese momento se había negado a apoyar una moción de censura contra la que por entonces era alcaldesa de Mondragón, acabara advirtiendo a ANV, que nunca llegó a condenar el atentado, que si no se desmarcaba de ese comunicado, impulsaría mociones no solo contra Galparsoro, sino también contra todos los representantes de su partido en las instituciones vascas.

Tras varios amagos de acuerdo y posteriores rupturas, PSE y PNV presentan el 24 de abril una moción de censura en Mondragón en la que el PP se abstiene por considerarla “light y oportunista” y que el resto de partidos tampoco apoyan. Inocencia Galparsoro sigue siendo alcaldesa hasta que en mayo es encarcelada por el juez Baltasar Garzón por delitos de colaboración con banda armada y quebrantamiento de la suspensión de actividades que pesaba contra ANV, algo que empuja a miles de personas de la izquierda abertzale a manifestarse contra lo que denominan una “locura represiva del PSOE”.

Los días posteriores están marcados por la tensión, las protestas, la quema de un coche a un político del PNV o la colocación de una fotografía de la alcaldesa en el pleno del Ayuntamiento que hace que los socialistas abandonen algunas sesiones. La edil es puesta en libertad en julio de 2008 tras depositar una fianza de 30.000 euros. No es hasta 2016 cuando se celebra el juicio contra líderes políticos que habían reconocido su subordinación a la banda terrorista ETA, entre ellos Galparsoro que es condenada a un año y ocho meses de prisión de inhabilitación para ejercer en cargos públicos.

ILEGALIZACIÓN DE PARTIDOS RELACIONADOS CON ETA

El mismo año del atentado contra Isaías Carrasco, el Tribunal Supremo ilegaliza ANV por sus estrechas relaciones con ETA y Batasuna y por probar que los fondos que recibía la formación política “se destinaban” a la banda terrorista. El Supremo se ampara para esta sentencia en la Ley de Partidos Políticos aprobada por casi el 90% del Congreso de los Diputados en 2002 e impulsada para evitar que formaciones relacionadas con ETA pudiesen entrar en las instituciones y recibir fondos públicos.

32 AÑOS DE CÁRCEL PARA EL ASESINO

Beinat Aguinagalde es detenido en Francia el 28 de febrero de 2010, dos años después de haberse fugado al país galo tras asesinar al empresario Ignacio Uría, propietario de una de las constructoras encargadas de la ‘Y’ vasca. No es hasta 2014 cuando se produjo la entrega definitiva a España tras la emisión de una orden europea de detención.

Beinat Aguinagalde, tras llegar a España en 2014

En 2015 la Audiencia Nacional lo condena por matar a Isaías Carrasco y por tenencia de armas de fuego con finalidad terrorista a 32 años de cárcel y le prohíbe residir o acudir a Mondragón en los 10 años siguientes desde el cumplimiento de la condena. Además tiene que indemnizar a la familia con más de 140.000 euros. Un año antes, el etarra había quedado absuelto por falta de pruebas de que fuese él el autor de los disparos y el Tribunal Supremo obligó a la Audiencia Nacional a repetir el juicio.

Su relación con el crimen fue posible en gran parte gracias a una testigo, que asegura que el día del atentado se cruzó en varias ocasiones con el etarra y “fijó su imagen en la memoria” ya que le pareció “extraño que se hallara a esas horas parado, en la calle y en actitud de espera” ese día, que era viernes, que “quien no trabajaba estaba estudiando o en un bar”, explica la sentencia.

La Audiencia Nacional acaba tomando como válida la declaración de la testigo, que explica que tras el atentado se volvió a encontrar a Aguinagalde “corriendo en dirección contraria” además de ser “la única persona que en ese momento se encontraba en la calle, lo que permite excluir cualquier confusión con otra persona” y porque en hasta en dos reconocimientos y luego en el juicio oral, la mujer pudo reconocerlo con “rotundidad y firmeza”. El tribunal también tiene en cuenta la “falta de consistencia” de la coartada que ofrece el acusado, que dice que en el momento del crimen estaba haciendo un examen en la facultad de Medicina de San Sebastián, al haber dudas sobre dicha prueba.

Dos años después, en mayo de 2017, Aguinagalde es condenado a 44 años de cárcel por el asesinato del empresario Ignacio Uría (propietario de una de las constructoras encargada de la ‘Y’ vasca) antes de fugarse a Francia. Actualmente cumple condena en el Centro Penitenciario de Jaén.

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