BARCELONA, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Sección Decimoctava de la Audiencia de Barcelona solicitó hoy, a petición de la Fiscalía, un nuevo informe psiquiátrico para diagnosticar "de forma más precisa" el trastorno emocional que padece la niña de ocho años de Manresa a cuya madre retiró la custodia un juzgado por supuestamente inculcarle aversión hacia su padre.
Las partes no se opusieron a la petición de la Fiscalía, por lo que la Sala decidió suspender la vista de apelación por el recurso que el Ministerio Fiscal y la madre de la pequeña presentaron contra la sentencia de la juez de Primera Instancia número 4 de Manresa, que otorgó la custodia al padre y prohibió a la niña comunicarse con su madre y con la familia materna durante seis meses.
La Sala dictó 'in voce' una interlocutoria en la que acuerda pedir "con carácter de urgencia" al Departamento de Psiquiatría Infantil del Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues de Llobregat (Barcelona) un último informe sobre "el trastorno emocional o afectivo que pueda padecer la menor, el grado de afectación del mismo y el abordaje terapéutico que se aconseja para su remisión".
El tribunal justificó su decisión argumentando que considera "necesario" que se determine "de la forma más precisa" el trastorno emocional que padece la menor, atendiendo a "la complejidad del tema y al estado actual de los progenitores y de la niña", y señala en su interlocutoria que se fijará una fecha para continuar la vista "inmediatamente después de recibir el informe".
Antes de suspender la vista, que se celebró a puerta cerrada, la Sala escuchó la valoración de la psicóloga que hace el seguimiento de la menor --designada por la juez de Manresa (Barcelona) que dictó la sentencia objeto de apelación--, quien ha realizado entre cuatro y cinco informes valorativos desde que el padre de la pequeña, Jesús D.R., obtuviera la custodia de su hija en junio.
La niña, en cumplimiento de la sentencia, se fue a vivir con sus abuelos paternos el pasado 4 de julio, recibiendo en una primera fase las visitas de su padre para ir retomando su relación con él. En septiembre, con la aprobación de los especialistas designados por el juzgado, la pequeña empezó a convivir con Jesús D.R. en Barcelona.
"TRISTEZA" Y "ANSIEDAD" LOS PRIMEROS DÍAS.
Según el abogado del padre, Leopold Corbella, la psicóloga explicó que los primeros días que la niña pasó con Jesús D.R. sentía "tristeza, ansiedad y dependencia de su madre", aunque "esta tensión emocional que sufría ha ido disminuyendo con el paso del tiempo" y "ha ido ganando los referentes emocionales hacia la figura del padre y la familia paterna que había perdido".
La psicóloga confirmó que la pequeña padece el síndrome de alienación parental, pero señaló que su evolución "es muy favorable", según Corbella. Al parecer, la única regresión detectada se produjo en un periodo en que la niña llegó a hacer 35 llamadas telefónicas a su madre, que permitió que hablase con ella pese a que la sentencia le obliga a no tener comunicación con su hija durante medio año.
En cuanto a la petición de un nuevo informe por parte de la Fiscalía, el letrado explicó que no se han opuesto porque es "una solución cautelosa" y "ciertamente adecuada a las circunstancias", ya que un equipo multidisciplinar de Sant Joan de Déu determinará si la niña está sufriendo "algún tipo de trastorno o afectación psíquica que pueda ser valorada por el tribunal y por las partes en el acto de la vista y de cara a la resolución que finalmente se deba dictar".
Jesús D.R., por su parte, señaló que no se han opuesto al nuevo informe porque su hija "está perfecta, en el sentido de que es feliz". "Evidentemente, todavía hay un residuo del síndrome de alienación parental, supongo que saldrá en el informe, pero la niña está en una nueva infancia", añadió.
El padre de la niña afirmó que no rechaza que su hija vuelva a ver a su madre, Adriana L.A., aunque será "cuando los especialistas lo digan y pase el tiempo que corresponda". Además, explicó que hoy también han presentado un informe del colegio al que acude la niña desde mediados de septiembre --cuando empezó a vivir con su padre--, en el que se recoge que la pequeña "está bien".
DICTÁMENES DE CINCO PERITOS.
La juez de Manresa decidió otorgar la custodia de la niña a Jesús D.R. en base a los dictámenes de los cinco peritos médicos que intervinieron en el proceso de divorcio de los padres de la menor, quienes afirmaron "la existencia de una relación absolutamente deteriorada de la niña con el padre".
La Fiscalía y el abogado que representa a la madre de la menor, sin embargo, impugnaron la sentencia ante la Audiencia de Barcelona. El Ministerio Fiscal argumentó que la juez no tuvo en cuenta el resultado de la prueba pericial "objetiva" e "imparcial" que el Servicio de Asesoramiento Técnico en el Ámbito de la Familia (SATAF) de la Generalitat aportó al proceso de divorcio.
Dicho informe, ratificado durante la celebración de la vista oral, concluía que el cambio de custodia a favor del padre "no era viable por el desconocimiento entre ambos, no siendo beneficioso para la menor". En base a este dictamen, la Fiscalía pide que se revoque la sentencia y se atribuya la custodia a Adriana L.A., acordándose una pensión alimenticia de 360 euros mensuales a cargo del padre.
