El brazo político de los GRAPO plantea al Gobierno una negociación previo reagrupamiento de todos sus presos

Actualizado: domingo, 30 julio 2006 14:52

El anuncio aparece en la revista del PCE(r) aunque el Gobierno no ha recibido ninguna comunicación al respecto

MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Partido Comunista de España Reconstituido (PCEr), brazo político de los GRAPO según una sentencia de la Audiencia Nacional, ha incluido entre sus "frentes de lucha" la negociación con el Gobierno de España. Entre las condiciones previas para iniciar este diálogo está el reagrupamiento de todos sus presos, según se recoge en el número 66 de la revista 'Resistencia', a la que ha tenido acceso Europa Press.

Para llevar a cabo ese diálogo, asegura el PCE(r), se deben cumplir "imperativamente" las siguientes condiciones previas: fin de la actuación policial contra los miembros del Movimiento de Resistencia Antifascista, donde se encuadran los GRAPO, y el citado reagrupamiento de los presos de la banda para que puedan preparar ese diálogo. El PCE(r) no especifica si también exige el reagrupamiento de los encarcelados en Francia, ocho en la actualidad, mientras que en España hay en prisión 32 personas relacionadas con los GRAPO, 18 preventivos y 14 penados.

El Gobierno de José María Aznar ya reagrupó en 1996 a todos los presos de los GRAPO en la prisión de Sevilla II continuando con el canal abierto con la banda por el Ejecutivo de Felipe González. Sin embargo, las negociaciones para el final de la actividad terrorista de la banda no avanzaron y en 1998 los GRAPO retomaron sus actuaciones criminales, volviendo sus presos a ser dispersados. Fuentes del actual Ejecutivo consultadas por Europa Press aseguraron que no han recibido comunicación alguna de parte del PCE(r) o los GRAPO en el sentido de abrir una negociación.

La fórmula que defiende el PCE(r) es resumida por el propio partido en "paz por libertad". "Eso tiene que concretarse, en su parte más fundamental, en el establecimiento de las libertades políticas plenas y el reconocimiento de nuestra identidad y principios comunistas, y por lo tanto, de nuestro derecho a luchar por la revolución socialista y el comunismo", piden al proceso que se abra. A continuación, el PCE(r) desvela el fin último del diálogo: "abrir en el sistema una brecha favorable para un más amplio trabajo del Partido entre las masas sin que ello suponga hacer ninguna concesión ni a la reacción ni al oportunismo".

LA "SEGUNDA TRANSICIÓN", SEGÚN EL PCE(r).

Respecto al momento político actual, el PCE(r) dice que existe una "hoja de ruta de la segunda transición" que rechazan por no contener las aspiraciones fundamentales de los trabajadores y del Movimiento Antifascista. Con todo, el PCE(r) advierte de que cualquier plan de paz estará precedido por una previa "represión" del Gobierno, de tal forma que los miembros del Movimiento Antifascista queden "tan machacados y confusos de ideas que (el Gobierno) pueda convertir después la 'mesa de diálogo' en un monólogo que concluya con la firma del acta de nuestra capitulación".

En este sentido, recuerdan las conversaciones mantenidas con el Gobierno en la primera legislatura del PP y hacen su particular análisis: "Después de rechazar de plano sus provocadoras 'soluciones' tuvieron que salir con el rabo entre las piernas; por eso nuestro Secretario General, al final de la última batalla que sostuvo contra toda una jauría de mastines del Gobierno español y algunos de su socio francés, denunció: '¡¡Con sus actos demuestran que no están por la paz y el diálogo, sino por la continuación de la guerra!!".

Este frente de negociación es uno de los tres que pretende abrir el PCE(r) y que deben apoyarse "mutuamente": el "principal", que es la reorganización del partido; la "lucha organizada" según un programa que dicen estar difundiendo; y, por último, "la utilización del arma política de las 'negociaciones' como parte de la lucha revolucionaria" de su partido.

UN ÚNICO 'COMANDO' OPERATIVO.

Las Fuerzas de Seguridad consideran que los GRAPO tienen en la actualidad un único 'comando' operativo, aunque sólo conocen a dos de sus miembros, Jorge García Vidal e Israel Clemente, autores materiales del asesinato de una mujer en Zaragoza el pasado 6 de febrero tras ver frustrado el 'secuestro-express' que esperaban cometer.

Ante la versión difundida por la Policía de que podría tratarse de un asunto de delincuencia, el 'comando Sánchez-Casas' hizo pública una carta de reinvindicación donde detallaba las actividades económicas del matrimonio asaltado y presentaba las razones por las que la banda terrorista había decidido "expropiarles". En ese momento se empezó a especular con la posibilidad de que los GRAPO quisieran aprovechar una posible negociación del Gobierno con ETA para buscar una salida a su situación, muy mermada operativa y económicamente.

El 'comando' de los GRAPO también ha atracado dos bancos en los últimos meses, uno en Castellón, del que no obtuvieron botín y que aprovecharon para disparar en una pierna al director de la sucursal, y otro en Santiago el pasado 4 de julio, del que se llevaron 20.000 euros.

BRAZO POLÍTICO.

Los investigadores creen que la actividad del comando de los GRAPO se encauza hacia la obtención de fondos para su propia subsistencia y la del resto de miembros de la banda y sus presos. El 6 de junio fue detenido en Reus (Tarragona) el supuesto jefe de la banda, Juan García Martín, de 54 años, junto a otras dos dirigentes de la organización terrorista.

El pasado 3 de julio, una sección de Sección Segunda de la Sala de Lo Penal de la Audiencia Nacional declaró probado que el PCE(r) es la rama política de la banda terrorista GRAPO encargándose de fijar la táctica y estrategia de la lucha armada, eligiendo objetivos, consiguiendo la infraestructura y recursos económicos, escogiendo los responsables de las acciones armadas, así como composición de los autodenominados "comandos militares".

La sentencia, que ratifica la suspensión de actividades del PCE(r) que dictó Baltasar Garzón en marzo de 2003, añade que para ser miembro de esos "comandos" hay que contactar primero con alguno de los miembros del PCE(r) en la clandestinidad, someterse a un periodo de adoctrinamiento político, y pasar una "prueba de valía" para recibir el visto bueno de los dirigentes del partido.