Cañizares advierte que "no es posible un Estado ateo, puesto que se vuelve contra el hombre"

Actualizado: martes, 15 agosto 2006 16:09

Afirma que la Iglesia no pretende imponerse al resto de la sociedad o a quienes les corresponde la gestión pública

TOLEDO, 15 Ago. (EUROPA PRESS)

El cardenal arzobispo de Toledo, monseñor Antonio Cañizares Llovera, advirtió hoy que "no es posible un Estado ateo, puesto que se vuelve contra el hombre". Al mismo tiempo que afirmó que "quien no conoce a Dios, no conoce al hombre, y quien olvida a Dios acaba ignorando la verdadera grandeza y dignidad de todo hombre".

Durante la homilía pronunciada en la Catedral Primada con motivo de la Festividad de Nuestra Señora del Sagrario, Cañizares apuntó que "este es el gran y principal problema de nuestro tiempo: la carencia de una verdadera antropología que no se construye al margen de Dios y menos contra Él. El asunto es muy serio: si al hombre le faltase completamente Dios dejaría de existir".

El también vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) dijo que el "verdadero problema de nuestro tiempo es la quiebra de humanidad", es decir, "la falta de una visión verdadera del hombre inseparable de Dios".

Durante su alocución señaló, según palabras del Papa Benedicto XVI, que el hombre de la modernidad ha pensado y creído con frecuencia que "apartando a Dios y siendo nosotros autónomos, siguiendo nuestras ideas, nuestra voluntad, llegaríamos a ser realmente libres para hacer lo que nos apetezca sin tener que obedecer a nadie. Pero cuando Dios desaparece, el hombre no llega a ser más grande".

QUIEBRA MORAL Y DE HUMANIDAD.

Por otra parte, subrayó que "la quiebra moral y de humanidad que hoy padecemos está unida inseparablemente a la crisis de Dios, a su ausencia del espacio humano y cultural. Todo cambia si hay Dios o no hay Dios. El hombre es grande sólo si Dios, es Dios, si Dios es grande, todopoderoso, creador y señor de todo".

"Sin duda el olvido de Dios, o el rechazo de Él, es el acontecimiento fundamental de los tiempos de indigencia y pequeñez humana que vivimos, a pesar de que para algunos parezca lo contrario; no hay otro que pueda comparársele en su radicalidad y en sus graves consecuencias", advirtió.

Además, Cañizares denunció la existencia de "voces y movimientos empeñados en ello. A esto puede conducir un laicismo esencial al que parece que se quiere llevar a nuestra sociedad. Porque ese laicismo conlleva que Dios no cuente en la vida de los hombres, en las relaciones humanas, en el ethos o comportamiento público y social de la persona".

Así, recordó las palabras de Benedicto XVI en una entrevista concedida a las televisiones alemanas en las que señalaba que "debemos encontrar los caminos para encontrarnos en la familia, entre las generaciones y también entre las culturas y los pueblos, entre los caminos de la reconciliación y la convivencia pacifica en este mundo, y los caminos que conducen hacia el futuro".

Por último, resaltó que "no propugnamos una sociedad confesional, aunque ojalá que todos conociesen y creyesen, porque es ahí donde está la vida eterna; y ojalá también que siempre se respetasen en ella las convicciones religiosas y se cumpliese y garantizase en todo momento el derecho inalienable a la libertad religiosa".

"La Iglesia, cuando sale en defensa del hombre y reclama criterios morales válidos para todos en la vida pública, no pretende imponerse al resto de la sociedad a quienes les corresponde la gestión pública, tampoco fortalecerse con privilegios o imposiciones sociales o morales, pero, eso sí, reclama que sea respetada en su condición y razón de ser que es su testimonio de Dios, con todas sus consecuencias y exigencias", explicó.

Por eso, con palabras del Papa Benedicto XVI en esta misma fiesta, dijo "apliquemos esto a nuestra vida. Es importante que Dios sea grande entre nosotros, en la vida pública y en la vida privada. En la vida pública, es importante que Dios esté presente, por ejemplo, mediante la cruz en los edificios públicos; que Dios esté presente en nuestra vida común, porque sólo si Dios está presente tenemos una orientación, un camino común".

AGUA DE LOS POZOS DE LA CATEDRAL.

Terminada la procesión, los miles de toledanos concentrados en la plaza del Ayuntamiento frente a la Catedral se acercaron hasta el claustro del templo Primado para beber en botijo el agua del aljibe de la Virgen del Sagrario.

En declaraciones a los medios, tras cumplir con la tradición de beber del botijo, Molina apuntó que hoy es "un día muy especial y muy toledano. Al tiempo que deseo a los toledanos que disfruten de su Patrona y de la fiesta mayor".

Por su parte, la presidenta regional del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, apuntó que las tradiciones hay que conservarlas, porque el pueblo que conserva las tradiciones tiene un futuro". "Las tradiciones hay que conservarlas, mantenerlas y vivirlas", explicó.

Finalmente, De Cospedal que aseguró que es la primera vez que viene a esta Festividad, afirmó que le parece una tradición "muy bonita y que quiere compartirla con los toledanos".