Carod entregará mañana en el Congreso la primera remesa de cartas para permitir el uso del catalán en la Cámara Baja

Actualizado: martes, 10 octubre 2006 21:42

ERC ya anunció que movilizaría a sus 10.000 afiliados para pedir a Marín que cumpla el Estatut y no vete peticiones en catalán

MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod Rovira, entregará mañana en el Congreso la primera remesa de cartas en catalán en las que se reclama al presidente de la Cámara Baja, Manuel Marín, que permita el uso del catalán en el Congreso y deje de rechazar los textos que ayuntamientos, grupos municipales y particulares le remiten en esta lengua.

El secretario general de ERC, Joan Puigcercós, su portavoz en el Congreso, Joan Tardá, y María Mercè, diputada de esta formación en el Parlamento catalán, también formarán parte de la delegación que llevará al registro de la Cámara Baja las primeras misivas.

ERC ya anunció que movilizaría a sus 10.000 militantes para exigir por carta a Marín una "democratización" del uso del catalán en el Parlamento. De hecho, llegó a advertir al presidente de la Cámara que si el Congreso continúa "violentando la legalidad" pedirían amparo ante el Tribunal Constitucional.

Esta es la segunda fase de una campaña que los republicanos pusieron en marcha el pasado mes de julio, una vez aprobada en referéndum la reforma estatutaria. Hace unos meses los más de cien alcaldes de ERC comenzaron a enviar a Marín otra misiva, también en catalán, en la que le instaban a avanzar en la normalización lingüística en la Cámara a través de la reforma del Reglamento.

Los alcaldes pedían a Marín que aceptara las misivas, rompiendo la práctica de devolverlas por no estar en castellano, y les diera una respuesta donde quedase "contrastada su voluntad e intenciones para los próximos meses". En resumen, querían que les aclarase si abordaría este asunto a la vuelta del verano en la ponencia para la reforma del Reglamento del Congreso.

NI DEVUELTAS NI CONTESTADAS

Sin embargo, según explicó a finales de septiembre Joan Tardà, las tres primeras cartas remitidas por los ayuntamientos fueron rechazadas con el argumento habitual, mientras que las que han ido llegando después no se han devuelto a los remitentes, pero tampoco se han contestado.

Ante esta situación y una vez que el nuevo Estatuto entró en vigor el pasado mes de agosto, avanzó que movilizaría a toda su militancia para reclamar el derecho de los catalanes a dirigirse al Congreso en catalán.

En esos textos se reproduce el artículo 33.5 del Estatut que establece que "los ciudadanos de Cataluña tienen el derecho de relacionarse por escrito en catalán con los órganos constitucionales y con los órganos jurisdiccionales de ámbito estatal, de acuerdo con el procedimiento establecido por la legislación correspondiente". "Estas instituciones --continúa-- han de atender y tramitar los escritos presentados en catalán que tienen, en todo caso, plena eficacia jurídica".

PODRÍAN IR AL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En esa misiva, también se emplaza a Marín a "hacer posible la normalización presencial y del uso de la lengua catalana" en la Cámara. Precisamente, Tardà ya dijo entonces que si el presidente del Congreso devuelve esas misivas por estar en catalán estará incumpliendo el Estatut y su grupo llevará el asunto al Constitucional. Es más, llegó a decir que el propio jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, le había dicho "personalmente" que en estos temas llevaban razón.

Sea como fuere, el uso de las lenguas sigue siendo uno de los principales escollos de la reforma del Reglamento de la Cámara, que Marín tiene previsto retomar el próximo mes de noviembre, una vez que se hayan celebrado las elecciones catalanas, por entender que puede haber un clima más propicio al consenso, según declaró este verano a Europa Press la vicepresidenta primera del Congreso, la socialista Carme Chacón.

ERC considera que los partidos que sellaron el denominado 'Pacto de Sitges' --todos los grupos salvo PSOE y PP--, en el que se reclama el derecho al uso de las lenguas cooficiales en la Cámara, ya han "ganado la batalla ideológica" porque es "evidente" que "si no hay normalización lingüística no hay Reglamento" del Congreso.