MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
La operación contra el terrorismo islamista llevada a cabo esta mañana en Vilanova i la Geltrú ha permitido la desarticulación de la célula que habría enviado a Irak al suicida que atacó a soldados italianos en Nasiriya en noviembre de 2003, asesinado a doce de ellos. La Guardia Civil ha llegado a esta conclusión gracias a las muestras de ADN recogidas del lugar del atentado suicida, según informaron a Europa Press fuentes de la investigación.
En total, la Guardia Civil y la Policía desarticularon hoy dos células terroristas de origen islamista que tenían como principal función el reclutamiento y envío de muyaidines a Irak, siendo detenidos 20 personas en las provincias de Barcelona, Madrid y Guipúzcoa.
El ministro del Interior, José Antonio Alonso, explicó en rueda de prensa que las dos operaciones, "interrelacionadas entre sí", partieron de las investigaciones que realizó el Centro Nacional de Inteligencia. Tras determinar ramificaciones de estos grupos en Francia, Bélgica, Holanda, Argelia, Marruecos, Turquía, Siria e Irak, se desencadenaron los dos operativos, la 'operación Chacal' por parte del Instituto Armado, y la 'operación Camaleón' de la Policía Nacional. Los detenidos comenzarán a declarar ante el juez Fernando Andreu el próximo viernes.
El grupo desarticulado por la Guardia Civil estaba formado por siete ciudadanos marroquíes y uno español, todos ellos detenidos en la localidad barcelonesa de Vilanova i la Geltrú. Este grupo reclutaba y adoctrinaba a islamistas radicales y daba apoyo logístico a redes que envían terroristas suicidas a Irak. Alojaban a los muyaidines de camino a su destino final y les facilitaba dinero obtenido a través de un entramado económico basado en negocios con apariencia legal.
Este grupo facilitó la llegada a Irak al terrorista suicida que estrelló un camión con explosivos contra la base italiana en Nasiriya el 12 de noviembre de 2003. En aquel ataque murieron doce carabineri, cinco militares dos civiles italianos y otros nueve iraquíes. El ministro del Interior no precisó si este asesino fue captado en España, pero sí dejó bien claro que la investigación de las policías científicas de nuestro país y del italiano demuestran la vinculación de este grupo con aquel atentado.
FINANCIACIÓN DE TERRORISTAS
Este muyaidin fue uno de los primeros que reclutó este grupo, que comenzó a enviar reclutas a Irak a finales de 2003. Unos meses más tarde, un grupo de marroquíes con el mismo destino fue interceptado en Siria y fueron devueltos a su país después de haber combatido con el líder de Al Qaeda en Irak, Ayman Al Zarqawi. Este grupo financiaba las actividades del Grupo Islámico de Combatientes Marroquíes, relacionado con los atentados de Casablanca y del 11-M. Esta operación también está vinculada al Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, del mismo credo radical e implantación similar en el norte de África y Europa.
El grupo que desarticuló la Policía tenía su base en Madrid y mantenía ramificaciones en Barcelona. Son doce los detenidos en este operativo, tres de ellos en la capital de España, uno más en la guipuzcoana de Lasarte y el resto en la provincia barcelonesa. Los sospechosos son nueve de ellos argelinos, uno marroquí, dos españoles y un tunecino. Como el primer grupo, reclutaba, adoctrinaba y enviaba islamistas radicales a Irak, algunos de ellos desde España y otros desde el norte de África.
Al frente del grupo estaba un ciudadano argelino al que ya habían investigado los servicios de inteligencia españoles. Al parecer, había recibido adoctrinamiento en Afganistán y se dedicaba a obtener información operativa sobre posibles objetivos de atentados. De hecho, esta célula estaba muy estructurada y, según Alonso, "en el futuro podrían haber cometido acciones violentas en algún país europeo, y también, desde luego, en España". El marroquí detenido tenía conocimientos de detonación de artefactos explosivos, de electricidad y de electrónica.
