El CGPJ estudia suspender 16 meses a la juez Coro Cillán

Actualizado: martes, 30 septiembre 2014 9:34

MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

   La Comisión Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) estudiará este martes una propuesta para suspender durante 16 meses en el ejercicio de sus funciones a la juez de Madrid Coro Cillán por la comisión de dos faltas muy graves, la de no abstenerse y no motivar sus resoluciones en el conocido como 'caso Moma'.

   La Comisión analiza este martes la propuesta del vocal Vicente Guilarte que indica que la magistrada es autora de una falta muy grave del artículo 417.8 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que castiga la "inobservancia del deber de abstención a sabiendas de que concurre alguna de las causas legalmente establecidas".

   La propuesta también le considera responsable de una falta muy grave del 417.14, que sanciona con otros ocho meses de suspensión la "absoluta y manifiesta falta de motivación de las resoluciones judiciales que la precisen, siempre que dicha falta haya sido apreciada en resolución judicial firme".

   Una vez hay sentencia firme del Tribunal Supremo, condenándola a 15 años de inhabilitación por el 'caso Moma', la propuesta plantea elevar al Pleno dicha resolución y considerar que su conducta no tiene solo un reproche penal, sino que es oportuno tramitar también un expediente disciplinario.

   El Supremo confirmó hace unos días la condena de quince años y un día de inhabilitación impuesta a la magistrado Coro Cillán por un delito continuado de prevaricación por favorecer a un amigo íntimo al precintar en 2011 la discoteca madrileña Moma, en la calle José Abascal de Madrid.

   La Sala de lo Penal desestimó el recurso de la titular del Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid y le impuso el pago de una multa de 18 meses y un día por una cuota de 15 euros y la citada inhabilitación.

   La sentencia, con ponencia del magistrado Joaquín Giménez, hizo suyo el relato del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y determinó que los autos dictados por Cillán son "clara y absolutamente prevaricadores porque solo responden a su voluntad situándose extramuros de cualquier argumentación admisible jurídicamente, manifiestamente injusta y exteriorizada de una arbitrariedad".