BARCELONA, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de CiU en el Parlamento catalán, Oriol Pujol, atribuyó hoy a la crisis de ERC y a la debilidad del Ejecutivo catalán el hecho de que el tripartito haya pedido que se tramite por el procedimiento de urgencia la Ley de la Presidencia de la Generalitat y del Govern, que reconoce la figura del vicepresidente de la Generalitat.
En declaraciones a Europa Press, Pujol opinó que este movimiento de PSC, ERC e ICV-EUiA responde a la necesidad de "dar un punto de estabilidad al Gobierno catalán" y al propio Carod dentro del Ejecutivo catalán, cuando va a dejar de ser presidente de su partido en junio.
"Será divertido preguntarle a Puigcercós si ve la misma necesidad que Carod de tramitar por urgencia esta ley", ironizó Pujol, que recordó que el ex consejero de Gobernación es ahora el presidente del grupo en el Parlamento catalán, el mismo grupo que ha pedido, junto con PSC e ICV-EUiA, la tramitación por urgencia.
Pujol dijo haberse sorprendido por esta petición del tripartito y no entendió, de todas formas, que Carod piense que esta ley le va a beneficiar, sobre todo teniendo en cuenta que es, a su juicio, una ley "absolutamente innecesaria".
El portavoz de la federación definió la normativa como la "ley de la vergüenza", pues recuerda cómo Carod fue "expulsado" del Gobierno catalán siendo 'consejero en cap', cargo que el PSC no podía admitir que volviera a ocupar, por lo que "se inventaron" al vicepresidente, precisó.
El dirigente convergente acusó a Carod de "tergiversar su cargo" al "mentir" en la mayoría de documentos oficiales en los que aparece, figurando como vicepresidente cuando ni siquiera lo es.
De hecho, CiU estudia llevar al Consejo Consultivo este proyecto de ley, ya que el Estatut reconoce al 'consejero primer', pero no menciona al vicepresidente.
La Ley del Gobierno catalán establece que el presidente de la Generalitat puede nombrar a un vicepresidente, a quien le atribuye ciertas funciones, en caso de que no haya designado a un 'consejero primer'.
Según la normativa pendiente de aprobación, el vicepresidente puede desplegar las directrices generales de la acción del gobierno, pero no puede, por ejemplo, nombrar y cesar miembros del Gobierno catalán, plantear una cuestión de confianza o proponer un debate de política general, funciones que sólo puede ejercer el presidente.
