Condenados a diez años de cárcel dos presos que apuñalaron a otro en la prisión de jóvenes de Barcelona

Actualizado: viernes, 14 noviembre 2008 19:45

BARCELONA, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Barcelona ha condenado a cinco años de prisión por homicidio en grado de tentativa a cada uno de los dos presos que, cuando cumplían condena en 2006 en el Centro Penitenciario de Jóvenes de la capital catalana, apuñalaron a otro interno con tal violencia que doblaron el arma. También deberán indemnizar conjuntamente a la víctima con 5.500 euros.

La Sección Tercera ha declarado probado que, sobre las cinco de la tarde del 2 de enero de 2006, cuando se abrieron las celdas del nivel básico de la citada prisión, Johan Smith C.R. y Charlie John E.F., ambos de nacionalidad dominicana, salieron corriendo hacia Omar B. gritando: "¡Te vamos a matar!", "¡Devuélveme el walkman!"

Cuando llegaron a su lado, Charlie John E.F. empezó a pegarle con una escoba arrinconándole contra la pared y, acto seguido, Johan Smith C.R. lo tiró al suelo y le clavó varias veces un pincho metálico con tal violencia que llegó a doblar el arma, hasta que ambos procesados fueron reducidos por los funcionarios del centro.

Una de las puñaladas llegó a lesionar el ventrículo izquierdo de la víctima, una herida mortal si no hubiera recibido asistencia médica de urgencia porque empezó a salirle sangre de la cavidad cardíaca.

Antes de la vista, el Ministerio Público y las defensas alcanzaron una conformidad, por lo que los procesados reconocieron los hechos y la fiscal rebajó su petición de nueve a cinco años de prisión para cada uno por un intento de homicidio, teniendo en cuenta que Johan Smith C.R. y Charlie John E.F. ya habían consignado la indemnización.

La Generalitat de Cataluña, en tanto que titular del centro de jóvenes donde ocurrió la agresión, no debía responder a la indemnización como responsable civil subsidiaria porque, durante la instrucción, la Fiscalía no lo pidió, pese a considerar que Charlie John E.F. tenía el punzón --de seis centímetros de largo y un mango de diez-- debido a un "funcionamiento deficiente" de la vigilancia y el control realizados por parte de los responsables del centro penitenciario.