MÁLAGA, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a 10 años y ocho meses de prisión a un guardia civil en la reserva por los delitos de asesinato e intento de homicidio, al matar en Rincón de la Victoria (Málaga) en febrero de 2005 al novio de su hija e intentar hacer lo mismo al hermano de éste. Además, deberá indemnizar a los familiares en la cantidad de 107.888 euros.
Según se declara probado en la sentencia de la Sección Tercera, a la que tuvo acceso Europa Press, la víctima había conocido a la hija del acusado en diciembre de 2004 y comenzaron una relación, que suscitó recelos en la familia de la joven, sobre todo tras investigar el procesado los antecedentes del chico, que había estado en prisión en Almería.
Cuando la chica dijo a sus padres que se iba a vivir con el joven, la tensión familiar "llegó al extremo de desencadenar una discusión", a pesar de lo cual se fue. Sus ausencias reiteradas a clase, fueron las que determinaron, según la resolución, el trágico encuentro el día de los hechos entre la víctima y el acusado, puesto que éste fue a la casa donde residía su hija para llevarla al médico.
Tras llevar en coche a su hijo y a su mujer, el procesado fue a la urbanización 'Lo Cea', donde residían la pareja, con las facultades mermadas como consecuencia de las bebidas alcohólicas que había ingerido. Cuando aparcó el coche, vio a su hija y al novio bajando las escaleras con otro amigo y habló con ambos, tras lo que la joven se fue a buscar unos papeles.
La conversación entre el acusado y la víctima "degeneró en discusión". Primero se produjo una agresión con los puños del procesado a la víctima, que se dio la vuelta, momento en el que recibió un primer disparo en el muslo, seguido de un segundo en la zona lumbar y de otros dos a media distancia. Por último, dio un disparo con el arma muy próxima a la cabeza, que junto con el de la zona lumbar acabó con la vida del chico.
Al escuchar los disparos, el hermano de la víctima que estaba en la casa durmiendo salió y vio la escena, escuchando como el acusado le decía, dirigiendo el arma hacia él, que lo iba a matar. No obstante, consiguió quitarle el revólver y tirarlo, pero el procesado sacó una pistola, que también logró arrebatarle, tras lo que salió huyendo, mientras que la hija del agente le retenía para que no lo siguiera.
El acusado nada más salir del portal llamó por teléfono al cuartel de la Guardia Civil de Rincón de la Victoria y se identificó, reconociendo haber matado a un hombre. Por esto, se le aplica la atenuante de confesión del hecho, aunque se estima la de reparación del daño, puesto que pagó parte de la responsabilidad civil. También se estima la de embriaguez en los dos delitos por los que se le condena.
La Sala se ha basado en las declaraciones de testigos presenciales y en los resultados de las pruebas periciales practicadas, aunque estima que la declaración de la mujer del acusado fue "esclarecedora" puesto que dijo que fue su marido el que le comentó que iba a ir a ver a su hija a Rincón.
