Cumbre UE.- Comienza la cumbre que fijará los objetivos de la UE para combatir el cambio climático

Actualizado: jueves, 8 marzo 2007 19:24

BRUSELAS, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

La tradicional cumbre de primavera de la Unión Europea, dedicada en esta ocasión a debatir un amplio catálogo de medidas para combatir el cambio climático, comenzó poco después de las 18.00 horas en la sede del Consejo Europeo de Bruselas bajo la presidencia de la canciller alemana, Angela Merkel, presidenta de turno de la UE.

Los líderes europeos ratificarán el objetivo de que la UE reduzca unilateralmente un 20% sus emisiones de efecto invernadero en 2020 respecto a los niveles de 1990, un porcentaje que se aumentaría al 30% si el resto de países industrializados se suman a un acuerdo internacional contra el cambio climático que sustituya al protocolo de Kioto, que vence en 2012. El principal punto de discrepancia que deberán resolver es si hacen o no obligatorio el objetivo de lograr un 20% de energías renovables sobre el total del consumo en 2020.

Poco antes del inicio de la reunión, Merkel admitió que habrá un "duro debate", pero confió que al final el resultado demuestre que la UE es "creíble" tanto para Europa como para el resto del mundo. "Espero que podamos aportar una contribución significativa", resaltó la canciller.

El primer ministro luxemburgués, Jean Claude Junker, consideró que si la Unión Europea "avanza", otros países como Estados Unidos, China y quizá India, "no tendrán más opción que unirse". Por su parte, el primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, puso a Dinamarca como ejemplo de que es posible combinar competitividad económica y respeto por el medio ambiente, saliendo así al paso de los temores expresados por la patronal europea de que los objetivos de la UE pondrán en peligro a la industria.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, llegó a la sede del Consejo a las 17.30 horas, acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, y el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes. Tras saludar a Merkel charló brevemente con el presidente francés, Jacques Chirac.

El Gobierno español defenderá en la reunión que el objetivo de renovables sea obligatorio y que al menos un 10% provenga del biocombustible en el sector de los transportes. El líder más madrugador fue el presidente polaco, Lech Kazzynski, que entró poco antes de las cuatro de la tarde en el edificio del Consejo, cuando ni siquiera Merkel lo había hecho.

El Consejo Europeo propiamente dicho empezará con la reunión de los jefes de Estado y de Gobierno con el presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Poettering. La primera sesión de trabajo, que se prolongará hasta las ocho de la tarde, estará dedicada a las cuestiones de energía y cambio climático.

Tras la foto de familia, los líderes europeos iniciarán, a las ocho y media de la tarde del jueves una cena de trabajo que estará consagrada a las relaciones económicas transatlánticas y a la primera discusión sobre la declaración de Berlín.

Se espera que Merkel realice una presentación oral pero no pondrá sobre la mesa ningún texto para que no se filtre. De momento se conoce que la declaración constará de tres partes: la primera dedicada a los logros de los 50 años de historia de la integración europea; la segunda, que hablará de los valores y políticas compartidas; y la tercera y más polémica que se centrará en los desafíos futuros.

Hasta ahora, las discusiones sobre la declaración de Berlín se han llevado bilateralmente entre la presidencia alemana y los 'sherpas' designados por cada país (en el caso español, el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Alberto Navarro, y el asesor del presidente, Carles Casajuana).

Se sabe que los temas más polémicos son si se incluye o no una referencia al Tratado Constitucional, algo que le gustaría a España pero que rechazan los países que no lo han ratificado; si se menciona al euro; si se recogen los valores cristianos de la UE, como quiere Polonia; las fronteras comunitarias, como defiende Francia; o el 'lado oscuro' de la historia de la integración europea, como el comunismo o la guerra de los Balcanes, algo que querría ver también el Gobierno polaco.