Marchena reprende a los testigos por sus valoraciones personales: "No viene aquí a explicar su estado de alucinación"

Un agente relata en el juicio del 1-O la preocupación en una casa cuartel que recibió un artefacto incendiario
SEÑAL DE TV DEL TRIBUNAL SUPREMO
Actualizado: martes, 14 mayo 2019 19:29

Marchena, especialmente firme con los testigos para evitar valoraciones personales: "Usted no viene aquí a explicar su estado de alucinación o febril"

MADRID, 14 (EUROPA PRESS)

El portavoz de Ustec-stes (IAC), el sindicato mayoritario de maestros de Cataluña, ha admitido este martes al tribunal que juzga el proceso independentista en Cataluña que la iniciativa Escolas Obertas (Escuelas Abiertas) se creó para ocupar los centros de votación y así facilitar la celebración del referéndum del 1 de octubre de 2017. También ha reconocido que no tenían autorización de los colegios para hacerlo.

Ramón Font, que ha declarado como testigo a petición de la defensa del líder de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha roto así con la versión que han ido dando acusados y testigos de las defensas en el juicio del 'procés' en estos tres meses, según la cual es muy habitual en Cataluña que los fines de semana se organicen actividades.

El fiscal Jaime Moreno ha preguntado al testigo si en la presentación de la iniciativa Escolas Obertas, el 27 de septiembre, el lema que se lanzó fue 'El domingo abriremos las escuelas para el referéndum'. "Seguramente, esa era la idea", ha respondido sin titubear.

"La razón de ser era abrir los colegios. Ejercimos nuestro derecho a la autodeterminación y manifestación pacífica y no violenta. Hicimos conciertos, bailes, debates...", ha apuntado Font en la ronda de preguntas del abogado de Cuixart, Benet Salellas, tras lo cual también ha reconocido que la iniciativa se creó precisamente porque la justicia había prohibido el referéndum. "Si hubiéramos podido ejercer el derecho de autodeterminación, no habríamos tenido necesidad de mantener abiertas las escuelas", ha añadido.

Eso sí, ha afirmado que Cuixart no participó en esa presentación, aunque no ha negado que hiciera algún llamamiento a participar en las actividades de los colegios. "Recuerdo a mucha gente diciendo eso. La sociedad civil estaba organizada. Si tuviésemos que decir una lista de todos que dijeron eso, de aquí no salimos" ha apuntado Font.

MARCHENA PIERDE LA PACIENCIA

La declaración de este testigo ha estado plagada de interrupciones por parte del presidente del tribunal, Manuel Marchena, ante las valoraciones que Font ha querido introducir sobre el derecho de autodeterminación, la convocatoria de referéndum, la resistencia de los ciudadanos ante la intervención policial el 1-O o los registros el 20 de septiembre en sedes de la Generalitat.

El mayor 'rifirrafe' se ha producido cuando le tocaba preguntar a la abogada del Estado Rosa María Seoane, quien ha querido saber si Escolas Obertas se dirigió a los titulares de los centros para poder ocuparlos. El testigo no ha estado de acuerdo con la utilización de este verbo, lo que ha provocado que Marchena haya tenido que reformular la pregunta.

Sin embargo, Font no terminaba de contestar a lo que se le había cuestionado, lo que ha hecho que Marchena perdiera la paciencia: "Esto tiene consecuencias legales si usted nos hace perder el tiempo". Así, Seoane ha vuelto ha hacer la pregunta y ha pedido al testigo que utilizara un monosílabo para contestar. "No. Nosotros frecuentemente, en multitud de actividades, abrimos los centros sin permiso", ha dicho por fin.

Sin embargo, Font ha remarcado, a preguntas de la acusación popular que ejerce Vox, que "en ningún momento el objetivo era impedir la actuación de la policía", al igual que en la concentración del 20 de septiembre frente a la Consejería de Economía de la Generalitat, donde "en ningún caso la intención era coaccionar a las autoridades judiciales", sino "sólo manifestarse".

El presidente del tribunal ha mostrado en esta sesión, la número 44 del juicio, una actitud mucho más firme y menos didáctica que en ocasiones anteriores ante la deriva de las declaraciones de algunos testigos, que este martes habían sido llamados por la defensa del presidente de Òmnium Cultural, para quien se piden 17 años de cárcel por rebelión.

Especialmente tenso ha sido el interrogatorio a la profesora de filosofía de la Universidad Oberta de Cataluña Marina Garcés, quien ha sido interrogada por su participación tanto en la concentración frente a la Consejería de Economía el 20 de septiembre como en el referéndum del 1 de octubre.

La profesora acudió a la concentración frente a los registros en la consejería a título particular y ha manifestado que todo lo que vio en dicha protesta, en la que permaneció toda la mañana, fue "orden, serenidad" y un ambiente "extremadamente ordenado".

"Nos encontramos frente a la paradoja de concentrarnos frente a una consejería en la que en ocasiones anteriores habíamos ido a protestar", ha añadido Garcés, que por la tarde siguió la protesta desde su casa y desde allí vio cómo Cuixart y el entonces presidente de Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, la desconvocaban al llegar la noche.

VALORACIONES SIN TRASCENDENCIA JURÍDICA

El encontronazo con Marchena se ha producido cuando el abogado Benet Salellas ha comenzado a interrogar a la testigo sobre su experiencia el 1-O y ésta ha comenzado relatando que la noche anterior tenía unas décimas de fiebre, algo a lo que el magistrado ha reaccionado recordándole que dicho detalle no tenía ninguna trascendencia jurídica.

La testigo ha vuelto a ser interrumpida, y de forma algo más brusca, tras describir su "estupefacción" y "estado de alucinación" ante las cargas policiales en los colegios, y calificar de "incomprensible y triste" la suspensión de la consulta por el Tribunal Constitucional.

Tras incidir en este tipo de valoraciones, Marchena le ha recordado que no estaba en la sala para hablar de "su estado de alucinación o su estado febril" y le ha afeado que acudiera constantemente a consultar un papel con anotaciones.

"La Ley prohíbe que sus respuestas estén en un guión de lo que tenia previsto decir en esta sala", le ha recordado secamente el magistrado, para volver a cortarla de nuevo cuando argumentaba, sobre la "violencia estatal", que "las porras rompen muchas cosas que no se ven, como es la confianza en el tejido social".

La tensión ha continuado durante el interrogatorio del tercer testigo, el abogado Lluís Matamala, quien ha planteado su deseo de testificar en catalán aludiendo a sus conocimientos como jurista. "Le supongo conocedor, en consecuencia le remito a sus conocimientos jurídicos y a todas las explicaciones que ha dado el tribunal sobre ese articulo 231 de la Ley Orgánica del Poder Judicial", le ha respondido Marchena, que ante los intentos del testigo de replicarle ha advertido de que debía contestar en castellano.

"Si no quiere hacerlo, se levanta, asume las consecuencias legales y hemos terminado, y si usted introduce cualquier elemento de debate o controversia sobre la decisión de esta Sala va a ser expulsado y asuma consecuencias", ha concluido Marchena de forma tajante, reconduciendo así el testimonio.

Leer más acerca de: