MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
El discurso pronunciado este miércoles por el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, en el Pleno del Congreso durante el debate del proyecto de ley que hace efectiva la abdicación de Juan Carlos I ha arrancado aplausos no sólo en sus filas, sino también en las del PP.
El líder del primer partido de la oposición ha subido a la tribuna para explicar el voto a favor de los socialistas al texto del Gobierno y durante su alocución han sido numerosos los aplausos que sus compañeros de partido le han dirigido. Más incluso que los que ha recibido el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de los suyos.
Pero el máximo responsable de los socialistas, que ha tenido que brear en los últimos días con algunas voces de su partido que reclaman un referéndum sobre el futuro de la Monarquía, no sólo ha sido respaldado en sus palabras por sus compañeros, sino también por alrededor de una veintena de parlamentarios 'populares', que no han dudado en aplaudirle durante y al final de su intervención, algo que no suele ser muy habitual.
MURMULLOS EN EL DISCURSO DE DURAN
El ambiente ha cambiado en el hemiciclo cuando ha sido el turno del portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, quien ha hecho su paseíllo hasta la tribuna entre murmullos que han ido a más cuando ha justificado la abstención de su partido a la ley de abdicación en que la federación catalana "lleva tiempo" siendo "excluida de la historia".
Incluso en un momento de su discurso, que ha mantenido en sus escaños a la mayoría de los diputados, al contrario que en otros debates, Duran se ha 'encarado' con una diputada de las filas del PP, que le ha gritado algo incomprensible y a la que el líder democristiano ha pedido el mismo respeto que el que CiU tiene con los demás.
Después ha llegado el turno del líder de IU, Cayo Lara, quien también ha arrancado su alocución con barullo de fondo, el que ha provocado la protesta de sus compañeros del Grupo de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), que han mostrado carteles exigiendo la convocatoria de un referéndum sobre el modelo de Estado.
POSADA: "QUIEN NO ATIENDA, AL BAR"
Tras la llamada al orden del presidente del Congreso, Jesús Posada, han retirado los carteles, pero el presidente ha tenido que exigir respeto para el orador he incluso ha pedido a los parlamentarios que no le llevaran "la contraria" y ha aludido a la "importancia" del debate sobre la abdicación "para la política española".
El presidente también se ha visto obligado a poner orden cuando a subido a la tribuna la portavoz de Unión, Progreso y Democracia, Rosa Díez, debido a ruido que había en el hemiciclo. "Los que no están atendiendo que se vayan al bar o dónde quieran", ha 'abroncado' a sus señorías.
