El disparo que recibió el militar de San Sebastián fue realizado con un arma distina a la que usa el sargento

Actualizado: jueves, 25 octubre 2007 21:16

Ertzaintza busca al autor o autores de la agresión con una pistola del calibre 9 mm parabellum descartando la autolesión

MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los análisis de balística practicados por los especialistas de la Ertzaintza apuntan a que el disparo que hirió a un militar del cuartel de Loyola la noche del pasado 15 de octubre fue realizado desde un arma distinta a la que usa el sargento, al tiempo que descartan por completo la autolesión, informaron a Europa Press fuentes próximas a la investigación. La munición utilizada es del calibre 9 milímetros parabellum ya que en la zona se encontró el casquillo y la propia bala, que atravesó el cuerpo del sargento.

Las pesquisas continúan centrándose en la vida privada de la víctima, M.R.V, de 28 años. Los distintos relatos inconexos que ofreció el militar herido y las diferencias la versión de un compañero suyo, que acudió a socorrerle, descartaron la autoría de ETA y condujeron a los agentes en centrarse en posibles rencillas personales como motivo de la agresión, sin descartar la autolesión.

La noticia de un militar tiroteado en San Sebastián la noche del pasado día 15 hizo pensar inmediatamente en un atentado de ETA, sin embargo, la Ertzaintza receló desde un principio de la autoría de la organización terrorista, ya que el 'modus operandi' no coincidía con el que suele seguir la banda.

El confuso relato de los hechos ofrecido por la víctima apuntaba a un disparo desde detrás de un seto por parte de dos agresores que huyeron antes de que el militar desenfundase su arma y realizase dos disparos, pero también trascendió la versión de que el sargento llegó a tener muy cerca de la cabeza el arma, logró zafarse y recibir finalmente el tiro en el hombro saliendo por el omoplato. Los análisis de los expertos en balística descartan que el disparo se realizase a cañón tocante.

LLAMADAS TELEFÓNICAS.

A los investigadores también les extrañó que el militar realizase la primera llamada desde su móvil, tras el tiroteo, a una tía suya que reside en Santander, incluso antes que a los servicios de emergencia.

En las horas siguientes al suceso, la Ertzaintza centró sus investigaciones en el cuartel de Loyola y el entorno personal del militar herido. El propio director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, afirmó a la mañana siguiente que se apreciaban "contradicciones" en la versión facilitada por el herido y por otra persona que le socorrió, un compañero del cuartel de Loyola.