MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó hoy con 299 votos a favor y 13 abstenciones el proyecto de reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla y León, última reforma estatutaria que verán las Cortes antes de su disolución de cara a las próximas elecciones generales. Finalmente, el texto recibió el apoyo de todos los grupos salvo las abstenciones de PNV, IU-ICV y CHA y fue despedido del Congreso con un aplauso de todos los parlamentarios.
El proyecto llegó a la Cámara Baja con el pacto de los dos partidos que forman las Cortes de Castilla y León, PP y PSOE, que incluyeron también algunas modificaciones en la tramitación en Madrid. Ahora, la reforma pasa al Senado, donde está previsto que no reciba ninguna enmienda y pueda ser aprobada en pocas semanas.
Ésta es la tercera reforma estatutaria de la comunidad después de 25 años de su constitución como autonomía. El nuevo texto se basa en cinco ejes fundamentales como son la carta de derechos de los ciudadanos, la asunción de las competencias de la Cuenca del Duero, la separación de poderes, la presencia exterior de la comunidad y la organización territorial.
REFORMA AMBICIOSA.
Durante el debate, el socialista Julio Villarrubia defendió que el texto aprobado hoy es "un nuevo estatuto más que una reforma" y destacó el consenso alcanzado con el PP gracias "al mérito de todos". Así, aseguró que se trata de una reforma estatutaria "ambiciosa" y subrayó la definición de Castilla y León como comunidad histórica y cultural "reconociéndose en todo momento su profunda integración en el conjunto de España".
En este sentido, el diputado por Palencia hizo un repaso de los "avances" de la reforma y destacó las mejoras competenciales y el catálogo de derechos sociales. A su juicio, éste es "el mejor instrumento que se puede poner en manos de los gobernantes para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos" y subrayó que las necesidades de los ciudadanos "no tienen color político".
Villarrubia aseguró que los Presupuestos Generales del Estado para 2008 ya contemplan "un notable incremento" de las inversiones para Castilla y León "al margen del signo político de su gobierno" y argumentó que el modelo autonómico de España ha sido "un éxito" y "una de las claves de progreso económico y social". "En España vivimos la mejor etapa de nuestra historia", insistió.
Durante su intervención, explicó durante la tramitación del texto en el Congreso se ha tratado de respetar la voluntad de las Cortes regionales y velar además por la defensa del interés general de España. Así, repasó las modificaciones introducidas y argumentó que se trata de un texto "que recoge un alto nivel de autogobierno" y que se tramita "con absoluta normalidad democrática que no sirve para desvertebrar España sino para todo lo contrario".
SENTIMIENTO DE PERTENENCIA A LA NACIÓN ESPAÑOLA.
La diputada del PP y responsable de política autonómica del partido, Soraya Sáenz de Santamaría, agradeció en primer lugar el apoyo de los grupos y, en especial, el "espíritu de entendimiento" del PSOE. "Quiero alabar el método y el resultado, la forma y el fondo de esta reforma estatutaria", dijo. "No nace de la imposición sino del respeto", añadió la diputada, para quien esta reforma muestra el respeto a la Constitución y expresa el sentimiento de "pertenencia a la nación española" de los castellanoleoneses.
Sáenz de Santamaría también aseguró que este estatuto es "antídoto a la bilateralidad, porque reafirma que la defensa del principio de solidaridad viene de la mano de la multilateralidad", y que es "ambicioso y de modernidad" en el marco constitucional, "sin debilitar a nadie, sino reforzando lo que todos somos en conjunto".
Su compañero 'popular' Jesús Merino defendió los contenidos de la reforma, la "calidad del autogobierno" que se ha perseguido y el consenso alcanzado. "La definición como comunidad histórica y cultura es la más obvia y auténtica. Los castellanoleoneses saben que no hay otra comunidad con más historia, lo digan o no los textos legislativos", añadió el diputado.
Merino defendió todo el texto, pero destacó algunos "logros" como que el estatuto "es sensible con factores propios de la región", como la dispersión, la despoblación o el envejecimiento, al tratar la financiación. Y ante las críticas mantenidas por algunos grupos menores, defendió el cuidado del gallego y el trato al Condado de Treviño.
APOYO CATALÁN.
Jordi Xuclà expresó el respeto de CiU a la reforma castellanoleonesa, que situó en el marco del camino abierto por la reforma catalana. Algunos de los contenidos hoy aprobados, dijo, eran "inviables" para ciertos grupos políticos "hace muy pocos meses" y confió en que se traduzca en "profundo propósito de enmienda de viejas o no tan viejas posiciones de algunos grupos".
El diputado nacionalista añadió sin embargo algunas críticas, como al apartado tercero del artículo 77, "que invita a un cierto igualitarismo autonomista, a reflexionar sobre la voluntad de cada CCAA de perseguir la igualdad de competencias". A su juicio, es mejor "perseguir las propias realidades, no la ambición de otra CCAA".
El diputado de ERC Joan Tardá anunció su apoyo a la reforma castellanoleonesa como un gesto de "respecto absoluto y total" a las decisiones de las Cortes autonómicas y reclamó al Congreso este mismo "respeto" al Parlamento catalán. "Que cada pueblo sea lo que quiera ser", enfatizó tras asegurar que "algún día la España de las autonomías saltará por los aires".
ENMIENDAS.
Aitor Esteban (PNV) defendió las enmiendas de su partido sobre el Condado de Treviño y advirtió que la redacción del Estatuto supone la anulación de lo que dice al respecto el Estatuto de Gernika; también apostó por la defensa del euskera en este enclave. "Es un territorio rodeado de tierra alavesa y ligado a la historia alavesa, que ha pedido a través de los siglos su incorporación a Álava", dijo el diputado, que apostó por que estos habitantes puedan opinar sobre la segregación.
Isaura Navarro (IU-ICV) criticó que esta reforma no significa "avances sustanciales competenciales ni compromisos explícitos con el pueblo de Castilla y León", pese a lo cual anunció la abstención de su grupo. A su juicio, no es nuevo para esta Comunidad "que no se aproveche la circunstancia de ser de los últimos estatutos en ser reformado para haberlo enriquecido de los demás". La diputada defendió las más de 80 enmiendas de IU-ICV y, entre otras cosas, acusó a PP y PSOE de perseguir el bipartidismo y no haber querido el acuerdo con su coalición.
Por parte del BNG, Francisco Rodríguez explicó su voto a favor del estatuto pese a las dos enmiendas de su grupo para incluir en el texto la promoción del gallego. "Les guste o no, el Bierzo dio los mejores defensores del gallego como lengua capaz de ser empleada en la enseñanza y en la ciencia", dijo el diputado.
El diputado de la Chunta Aragonesista, José Antonio Labordeta, anunció su abstención por considerar que persisten carencias en el Estatuto, sobre todo, la financiación.
Las enmiendas defendidas hoy fueron rechazadas. Durante su tramitación en la Cámara Baja únicamente fueron incorporadas al texto 24 enmiendas conjuntas de PP y PSOE y cuatro propuestas de IU. Cuando la reforma llegó a las Cortes Generales, socialistas y 'populares' ya anunciaron que no aceptarían cambios importantes para que el acuerdo alcanzado entre ambas formaciones no variara sustancialmente.
Las modificaciones introducidas al texto en el Congreso profundizan, entre otras cosas, en la gestión de la cuenca del Duero e incluyen un sistema de financiación que garantiza el reparto según criterios de dispersión territorial y envejecimiento de la población. Además, entre los puntos que fueron aceptados a IU, destaca la incorporación de una declaración de no discriminación por orientación sexual.
