Estatuto.-Touriño basa la "singularidad nacional" de Galicia en su idioma y pide equipararlo jurídicamente al castellano

Actualizado: martes, 25 julio 2006 23:53

Barreiro promete defender y proyectar el gallego en el mundo con un "empeño hasta la extenuación" tras recibir la Medalla Galicia

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, reivindicó hoy la lengua gallega como la "prueba más contundente" de la "singularidad nacional" de la comunidad y propuso aprovechar la reforma del Estatuto para "fortalecer" el idioma mediante su "plena equiparación jurídica" con el castellano.

En su intervención en la entrega de la Medalla Galicia a la Real Academia Galega (RAG), el galardón más importante que otorga el Gobierno autonómico, Touriño proclamó como un "derecho de todos los ciudadanos" que el gallego "salga fortalecido" de la revisión del marco autonómico y, por ello, apeló a "cuidarlo como lo que es: un legado".

Así, ante la totalidad de su Gabinete, en la única cita del Día Nacional de Galicia en la que coincidieron los socios del bipartito, el mandatario aludió a la lengua de la comunidad como la "prueba más contundente de la continuidad histórica como pueblo" y le atribuyó el reconocimiento jurídico-político, constitucional y estatutario como nacionalidad histórica.

En consecuencia, consideró "bueno" recordar en la jornada de hoy su "importancia en la conformación de la singularidad de Galicia". "Somos un pueblo por muchas razones y una de las más poderosas es que poseemos una lengua propia, que es como decir nuestra propia versión del mundo", sentenció, tras lo que añadió que "Galicia sería otra cosa sin su lengua".

FUNCIÓN ACEPTADA

Al respecto, se mostró convencido de que "esta función definidora de la lengua gallega es aceptada por el conjunto de los ciudadanos, independientemente del idioma que cada uno elija como opción comunicativa" y, por este motivo, apeló a "concienciarse de la necesidad de preservar y enriquecer el patrimonio lingüístico, histórico y cultural".

En este sentido, el presidente aprovechó para instar a los tres partidos gallegos a "avanzar en el autogobierno con el concurso de todos", puesto que los otros dos líderes, el popular Alberto Núñez Feijóo y el nacionalista y vicepresidente gallego, Anxo Quintana, estaban en las primeras filas del Parque de Bonaval en el que se celebró el acto solemne.

Además, asumió la necesidad de que todos los gallegos "sientan como propio" el nuevo Estatuto y de que, "más que un texto legal", el texto se asuma como una "fuerza centrípeta que no deje a ninguno al margen de este proceso colectivo". "Seremos así dignos de la confianza que depositó en nosotros la gente", apostilló.

ABRIR NUEVOS CAMINOS

Para ello, incidió en los elementos con los que pretende "abrir nuevos caminos" --la mejora de la financiación, la capacidad de "decidir" sobre los asuntos propios y la dotación de instrumentos de participación en otras esferas--, siempre a partir de la norma que, "durante el último cuarto de siglo, estableció un excelente marco de convivencia democrática".

No obstante, subrayó que la reforma es "necesaria para actualizar el conjunto de derechos y deberes que unen a los gallegos" y que deben adaptarse y "crecer al compás de las transformaciones que experimenta la sociedad".

Así, aludió a la capacidad de la institución galardonada este año con la Medalla Galicia, la primera del bipartito, para "poner de acuerdo a profesores, escritores, lingüistas y filólogos" en torno a la nueva normativa de concordia para el gallego y añadió: "malo será que los partidos no seamos capaces de ponernos de acuerdo sobre la reforma del Estatuto".

CONFIANZA EN EL FUTURO DEL GALLEGO

Al respecto, Touriño valoró la forma con la que la Real Academia Galega "desactivó casi por completo" un conflicto que "estaba pesando gravemente sobre la imagen social" del gallego y de su proceso de normalización" y aseguró que, el hecho de que este 2006 celebre su centenario, supone un "excelente síntoma para la confianza en el futuro de la lengua gallega y de Galicia".

Según él, los cien años de la RAG "coinciden también con el momento más feliz y razonablemente esperanzador de toda su historia" y aseveró que "hoy, por fin, se puede decir que la entidad referencial lingüística de Galicia es reconocida como tal por las leyes, instituciones y por el conjunto de la sociedad".

Por todo, consideró que contar con instituciones como la Real Academia Galega, "dedicadas a fortalecer una señal de identidad tan inequívoco como la lengua, es una necesidad y una suerte para la construcción del país". "La concesión y entrega de esta medalla expresa el reconocimiento de Galicia a la trayectoria de una de sus instituciones más perseverantes, representativas y valiosas", proclamó.

DEFENSA DE LA LENGUA

Por su parte, el presidente de la RAG, Xosé Ramón Barreiro, declaró en su intervención que "ningún lugar ni día podría ser más apropiado" para recibir este galardón y aprovechó para "invocar los compromisos" de la academia, basados en la defensa del gallego "con un empeño hasta la extenuación" como "espina dorsal de la cultura" de la comunidad.

Además, Barreiro prometió "defender la identidad cultural de Galicia para enriquecer las de los demás pueblos" y garantizó que la institución que preside "luchará por la construcción de una Galicia libre, democrática, laica y radicalmente gallega".

Con todo, advirtió de que estos esfuerzos no deben conducir a que la comunidad "se cierre sobre sí misma", sino que debe "asumir los valores" de otras culturas que sean "conciliables" con la propia para garantizar su "capacidad de proyección" en el mundo.

Para ello, reivindicó el trabajo de la RAG en "ciudades y villas" para "rememorar" y homenajear a personalidades de la historia de Galicia "humildemente, sin tentaciones de vanaglorias creativas", puesto que la RAG es "consciente de que esta tierra necesita un universo propio".

DESARROLLO DEL ACTO

La intervención de Barreiro se produjo tras la imposición de la medalla a cargo de Emilio Pérez Touriño, quien hoy presidió por primera vez la entrega de este galardón, que el año pasado supuso el último de Manuel Fraga como titular de la Xunta y que, en esta ocasión, se redujo a una sola medalla por el interés del bipartito por "recuperar el prestigio".

Así, el acto, al que asistieron además del Gobierno gallego y un gran número de altos cargos, y políticos de PPdeG, PSdeG y BNG, reunió una importante representación del ámbito económico, social y cultural de la comunidad, así como de las actuaciones de figuras destacadas como Luz Casal, que interpretó acompañada de un piano el poema de Rosalía de Castro 'Negra Sombra que me asombras', o Rosa Cedrón, que asumió 'Camariñas', tanto con su voz como con su violoncelo.

Además, el conselleiro de Presidencia, José Luis Méndez Romeu, se encargó de leer el decreto por el que se otorga la Medalla Galicia a la RAG, cuya trayectoria fue recordada en un vídeo; y una orquesta integrada en la Real Filharmonía de Galicia interpretó obras de Mozart y del compositor coruñés Andrés Gaos.