MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
ETA decretó hoy un "alto el fuego permanente" que entrará en vigor este viernes día 24. La banda terrorista asegura que ha tomado esta decisión para "impulsar un proceso democrático en Euskal Herria para construir un nuevo marco" y emplaza a los gobiernos de España y Francia a aceptar el resultado de ese proceso y la decisión del pueblo vasco, así como a "responder de manera positiva a esta nueva situación" y abandonen "la represión". Es la cuarta tregua total que decreta ETA a lo largo de su historia. Hasta el día de hoy, la banda terrorista tenía vigente un alto el fuego en Cataluña y también contra los cargos electos.
Apenas un día después de que el Congreso de los Diputados diera luz verde al Estatuto catalán y dos días antes de que el portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, comparezca en la Audiencia Nacional y probablemente sea encarcelado, ETA ha irrumpido en la agenda política con una tregua. Una noticia sobre la que han corrido rumores en los últimos meses y que había insinuado pocas horas antes Pernando Barrena, portavoz de la formación abertzale, al asegurar en Radio Euskadi que el proceso de paz comenzará "mucho más pronto que tarde".
El comunicado que la banda terrorista ha enviado a los diarios 'Gara' y 'Berria' y a ETB comienza anunciando ese alto el fuego "permanente" que entra en vigor este viernes. "El objetivo de esta decisión es impulsar un proceso democrático en Euskal Herria para construir un nuevo marco en el que sean reconocidos los derechos que como pueblo nos corresponden y asegurando de cara al futuro la posibilidad de desarrollo de todas las opciones políticas", se afirma.
ETA asegura que los ciudadanos vascos deben tener la "decisión sobre su futuro" al final del proceso y que los estados español y francés deben reconocer los resultados del proceso "sin ningún tipo de limitaciones". La banda terrorista pide "a todos los agentes" que sean responsables y en particular a las autoridades de los dos países implicados a que "respondan de manera positiva a esta nueva situación, dejando a un lado la represión". También hace un llamamiento "a los ciudadanos vascos para que se impliquen en este proceso y luchen por los derechos que como pueblo nos corresponden".
"La superación del conflicto, aquí y ahora, es posible. Ese es el deseo y la voluntad de ETA", finaliza el comunicado. Además del texto escrito, la banda remitió un vídeo en el que una mujer, flanqueada por otros dos etarras, leyó el comunicado. Los tres aparecían vestidos de negro con la cara cubierta con una tela blanca. Detrás de ellos, la ikurriña, la bandera navarra y la del 'arrano beltza' (águila negra), junto con el anagrama de ETA de la serpiente que envuelve el hacha. La mujer que dio lectura al breve comunicado finalizó con los habituales llamamientos de ETA a la libertad de "Euskal Herria", que no figuran en el texto original.
Este alto el fuego total y "permanente" se suma a los dos parciales que la banda terrorista tenía activos en estos momentos. En febrero de 2004, ETA anunció una tregua limitada sólo a Cataluña, apenas un mes después de que el presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, se reuniera con la cúpula etarra. En junio del pasado, los terroristas decidieron frenar sus atentados contra los cargos electos, aunque después matizaban que eso no afectaba a los miembros del Gobierno. Ese anuncio se produjo un mes después de que el Congreso de los Diputados aprobara una resolución en la que se autoriza al Gobierno a dialogar si se produce el alto el fuego.
LA "TREGUA TRAMPA"
Esta es la cuarta tregua total que ETA decreta a lo largo de su historia. La última fue la que comenzó el 16 de septiembre de 1998 y que finalizó el 3 de diciembre de 1999. En esa tregua se produjo un único contacto entre el Gobierno y la banda terrorista, en Zurich (Suiza). El PP nunca vio este alto el fuego como una oportunidad para alcanzar la paz y se hizo famosa la expresión "tregua trampa" que acuñó el entonces ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja. Cinco días antes de aquel anuncio de ETA se había firmado la Declaración de Lizarra.
En enero de 1988, ETA ofreció por primera vez un alto el fuego de 60 días al Gobierno, entonces de Felipe González. Hubo contactos, pero no acuerdos, y el cese de los atentados no llegó a materializarse. Un año después, la banda terrorista ofertó dos semanas de tregua que coincidieron con las conversaciones de Argel, que fracasaron el 4 de abril. En 1992, tras la caída de la cúpula etarra en Bidart (Francia), la banda ofreció una nueva tregua de 60 días. En 1996 ETA ofreció una semana al recién llegado Gobierno de José María Aznar, pero éste no respondió al ofrecimiento.
