ETA- Un comando abandonó el 'zulo' hace tres años tras ser detenido en Francia José Segurola, lugarteniente de 'Txeroki'

Actualizado: miércoles, 14 enero 2009 20:45

MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -

El hallazgo por la Policía de un 'zulo' de ETA en la localidad guipuzcoana de Zegama ha sido posible gracias al análisis de la documentación incautada a José Segurola Querejeta, detenido el 23 de marzo de 2005 en Francia cuando ejercía la tarea de 'lugarteniente' del jefe de los comandos en aquella época, Garikoitz Aspiazu, 'Txeroki', arrestado igualmente el 17 de noviembre de 2008, informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.

La detención de Segurola Querejeta provocó la huida de un comando instalado en aquella época en la provincia de Guipúzcoa, quedando el 'zulo' abandonado. Segurola habría actuado como responsable del comando en Francia y le habría suministrado el material explosivo hallado hoy. De hecho, en el momento de su detención, además de un arma y documentación falsa, Segurola llevaba en su coche varios recipientes de plástico con material explosivo.

Los agentes de la Comisaría General de Información, acompañados de efectivos del TEDAX y la Unidad de Intervención Policial (UIP) encontraron esta mañana en el interior del 'zulo' dinamita de la marca Tytadine, cloratita y azufre, además de fiambreras, detonadores y temporizadores.

La detención de Segurola corrió en su momento a cargo de la Policía Judicial francesa con información de la Comisaría General de Información. Junto al etarra fue arrestada Miren Itxaso Saldúa Iriberri en la localidad de Lannemezan. Ambos iban armados y estacionaban un Citroen Picasso de color gris en un garaje de esa localidad cuando fueron abordados por los agentes.

Segurola Querejeta ya había ocupado puestos de responsabilidad en el 'aparato militar' con el antecesor de 'Txeroki' en el aparato militar, Gorka Palacios. Junto a Garikoitz Aspiazu entregó a dos 'legales' de ETA la furgoneta-bomba interceptada por la Guardia Civil en febrero de 2004 cuando los etarras se dirigían a Madrid para hacerla explotar.