MADRID, 1 Ene. (EUROPA PRESS) -
La banda terrorista ETA robó el pasado día 27 en el sur de Francia la furgoneta Renault Trafic con la que atentó el sábado contra la terminal 4 del aeropuerto de Madrid Barajas a un joven guipuzcoano al que mantuvo secuestrado tres días en los Pirineos, informaron hoy a Europa Press fuentes del Ministerio del Interior.
A este guipuzcoano, aficionado al montañismo, se le acercaron el miércoles pasado tres personas encapuchadas en Luz Ardiden, una zona de montaña de los Pirineos en el sur de Francia, donde se había desplazado solo en su furgoneta para acampar allí.
Los tres encapuchados, según las mismas fuentes, le indicaron que no se preocupara ya que no le iba a pasar nada si colaboraba con ellos. Esa noche durmieron los cuatro en la furgoneta y al día siguiente, el jueves, después de que los terroristas hicieran varias llamadas de móvil, un coche apareció en la zona.
Fue entonces cuando los terroristas introdujeron al montañero en el maletero del coche y lo tuvieron dando vueltas en los alrededores de la zona durante todo el día. Las otras personas que llegaron en el nuevo vehículo se fueron con la furgoneta. Esa noche, la del jueves, el guipuzcoano pasó la noche en una cabaña con sus tres secuestradores.
Al día siguiente, 29 de diciembre, se repite la operación de meterle en el maletero y tenerle dando vueltas por la zona. Los secuestradores le llegan a preguntar si su familia le va a echar de menos, pero el montañero les cuenta que no, porque él suele subir a la montaña a pasar varios días solos. Aun así, los terroristas le dejan que envíe varios mensajes de móvil a sus familiares para evitar despertar sospechas. Esa noche el montañero duerme con los secuestrados en el mismo vehículo.
En la mañana del sábado, día del atentado, los terroristas abandonaron al montañero en un camino y le indicaron que lo siguiera porque a cierta distancia se encuentra el pueblo de Escot. Al llegar a esta localidad, el guipuzcoano compró una tarjeta de teléfono y relató a su familia todo lo sucedido.
El secuestro del montañero, propietario de la furgoneta usada en el atentado, hizo que los terroristas no se vieran obligados a cambiarle las placas de matrícula a la furgoneta, ya que el dueño no iba a denunciar el robo del vehículo al estar retenido por la banda.
En la mañana de ayer, la Guardia Civil abrió ayer una investigación inmediatamente después de que un comunicante anónimo alertara a la DYA del País Vasco sobre la colocación de una furgoneta Renault Trafic en el aparcamiento de la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid Barajas, de la que aportó la matrícula.
La Benemérita, que posee un registro de matrículas, encontró que esa matrícula pertenece efectivamente a un vehículo con las características de la furgoneta y localizó al propietario. Sin embargo, éste afirmó que la furgoneta la vendió hace poco, por lo que en el registro aún no aparecía el nuevo propietario.
