ETA.- La Fundación de Víctimas redacta un decálogo para que las familias atajen en casa el adoctrinamiento de sus hijos

Actualizado: miércoles, 30 septiembre 2009 11:06

Aconseja no evitar hablar de terrorismo y hacer frente "cuanto antes" a las actitudes violentas de los jóvenes

MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Fundación de Víctimas del Terrorismo ha redactado un decálogo con el que pretende "poner el dedo en la llaga" en lo que considera cuestiones básicas para terminar con el terrorismo: el adoctrinamiento y la fanatización de niños. Para ello, busca concienciar a las familias para que prevengan en casa cualquier comportamiento violento o favorable al terrorismo de sus hijos.

En un artículo publicado en el último número de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, recogido por Europa Press, la presidenta de la institución, Maite Pagazaurtundua, incide en la necesidad de evitar desde la familia y la escuela que los jóvenes se vinculen --"moral o personalmente"-- en el asesinato de personas.

Para ello, Pagazaurtundua propone "abandonar la pasividad y el miedo" en el que, a su juicio, "anidan los terroristas" y exige a las familias que empiecen en casa la lucha contra la "fanatización" de sus hijos. Según subraya, es fundamental que los jóvenes no alcancen la adolescencia sin haber percibido en su entorno más cercano actitudes claras de rechazo a cualquier comportamiento violento.

La presidenta de la Fundación hace hincapié en los últimos datos del informe del Arateko, que apuntan que un 15 por ciento de los niños de doce años no rechaza la actividad terrorista de ETA o la justifica. "En una parte significativa de ellos, el apoyo a ETA nace en la propia familia", asegura antes de advertir de que a esa edad los jóvenes ya han generado en su mente "la cárcel del odio y menosprecian la identidad humana de las potenciales víctimas".

"La anormalidad ética nace en la propia familia cuando los padres y madres no dan guías claras sobre lo que resulta inaceptable desde el punto de vista de la vulneración de los derechos humanos --argumenta--. La alta frecuencia con la que en casa no se dice nada respecto a que la violencia de ETA es inaceptable resiente la defensa de los derechos humanos de los hijos".

EL MIEDO LLEVA A LA INSENSIBILIDAD

En este punto, Pagazaurtundua advierte del daño que ha causado en el País Vasco "el factor miedo", que a lo largo de los últimos años "ha condicionado el comportamiento de los ciudadanos, ha alterado los valores sociales básicos y ha distorsionado la vida pública". Según indica, esto ha llevado a que en muchas familias, padres que no apoyan a ETA, no educan sin embargo a sus hijos en los valores éticos básicos porque el miedo les ha llevado "a la insensibilidad, el silencio y el tabú" sobre el asesinato.

La presidenta de la Fundación defiende que otro punto de intervención debe ser la comunidad educativa, que al igual que la familia "debe sacudirse el miedo y las excusas". "Debe dejar el toreo de salón y encarar el problema real de que algunos niños pueden asesinar en pocos años y pasarán muchos años en la cárcel, arruinando su vida y habiéndose llevado por delante a seres humanos inocentes", enfatiza.

"La comunidad educativa, como la sociedad, ha sentido incomodidad y miedo de abordar su papel y ha buscado mil excusas para echar balones fuera", lamenta Pagazaurtundua antes de defender la necesidad de que las escuelas afronten su papel como transmisoras de valores contra el terrorismo y a favor del derecho a la vida.

PREVENIR EL RIESGO

Para todo ello, la Fundación de Víctimas ha elaborado un decálogo en el que establece unas pautas de comportamiento que deben seguirse para prevenir cualquier riesgo de fanatización y adoctrinamiento de los jóvenes e, incluso, de actuación en caso de advertir cualquier signo de apoyo a la violencia.

Los primeros puntos recomiendan mantener una actitud de diálogo permanente sobre los problemas del mundo y no evitar hablar de terrorismo. "Si antes de los doce años los padres expresan que el derecho a la vida es el primer derecho humano universal y que no se debe aceptar el asesinato en ningún caso, es muy posible que sus hijos no se vean envueltos después en entornos radicalizados", explica.

El documento también propone a los padres facilitar que sus hijos sepan "decir no" a comportamientos no éticos y ofrecerles información "fiable y realista sobre los efectos devastadores del terrorismo" a las personas acosadas y asesinadas, además de informarles de "los efectos reales de la clandestinidad y la cárcel, absolutamente antiheróicos".

NO OCULTAR EL PROBLEMA Y ACTUAR CUANTO ANTES

Además, en caso de que los jóvenes estén ya inmersos en el proceso de fanatización, el decálogo aconseja no ocultar el problema y actuar cuanto antes para ayudarles a analizar los motivos por los que asume como tolerable el acoso y asesinato de seres humanos. "Es importante, por encima de todo, adoptar una actitud de acogida y no de rechazo a la persona, pero subrayando seriamente la desaprobación a la actitud proasesina", expone.

La Fundación de Víctimas también aconseja a los padres facilitar a sus hijos la búsqueda de alternativas "a la función que está cumpliendo en el entorno fanático, abriendo su abanico de amistades y compartiendo más tiempo con ellos".

"Y si el hijo está fanatizándose y no sabe cómo abordarlo, solicitar ayuda y orientación para no sentirse solos y perdidos", propone. Sin embargo, lamenta que en el País Vasco no existe un servicio al que acudir para solicitar orientación y ayuda cuando se detectan estos estados precoces o avanzados de adoctrinamiento.