ETA.- Villarejo ve decisiones judiciales que "agudizan las dificultades" e incumplen el deber de atender el contexto

Actualizado: lunes, 20 noviembre 2006 20:17

MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El jurista Carlos Jiménez Villarejo, que fue fiscal jefe Anticorrupción entre 1995 y 2003, considera que hay decisiones de jueces y fiscales que están "agudizando las dificultades" del proceso de paz y que "incumplen" lo que considera el deber de aplicar la ley teniendo en cuenta en contexto.

En rueda de prensa en el Congreso, donde presentó una conferencia organizada por IU-ICV sobre la recuperación de la memoria histórica, Jiménez Villarejo indicó que, frente a quienes aseguran que los tribunales están "por encima" del proceso de paz como si no fuera con ellos, el artículo 3 del Código Civil señala que jueces y magistrados interpretarán las leyes "con arreglo al tiempo en que se aplican".

A su juicio, ese mandato del siglo XIX está "admitido por maestros del Derecho" e incluso se recoge en la jurisprudencia del Tribunal Supremo, por lo que no vale decir que el alto el fuego y el proceso de paz no va con los tribunales. "Sí que va, y mucho", remachó.

El ex fiscal, que en las elecciones catalanas figuró como candidato testimonial en las listas de ICV-EUiA, se lamentó de que haya jueces y fiscales que "parece que no se han enterado de que han transcurrido tres años desde la vigencia de la Ley de Partidos y de que ha cambiado ostensible y radicalmente la situación, tanto en el País Vasco como en el conjunto de España, que generó la aprobación de esa ley".

LA TREGUA DEBE TENERSE EN CUENTA.

"Esto es un factor que deben tener en cuenta jueces y fiscales --aseveró--. Ya no estamos como hace tres años y medio porque hace tres años y medio que la banda terrorista ETA no mata. Este dato objetivo no permite que jueces y fiscales apliquen la ley con otros parámetros".

Jiménez Villarejo dijo no entender que, después de más de tres años de "inexistencia de delitos contra la vida por parte de ETA", se esté aplicando la Ley de Partidos como si fuera 2001 o 2002, y desgranó algunas decisiones judiciales que considera "contradictorias" con el contexto.

Así, se preguntó "cómo es posible" que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco haya admitido una querella del PP contra el socialista Patxi López por reunirse con Arnaldo Otegi, cuando el Supremo nunca prohibió que los dirigentes de la formación ilegalizada mantuvieran reuniones. "Cuando la sentencia dice que su objetivo es el cese de actividades de Batasuna, no entienden que eso es perfectamente compatible con que dirigentes socialistas se reúnan con Otegi", comentó.

Igualmente, denunció que el Tribunal Supremo "se acuerde ahora" de las 'herriko tabernas', cuando la sentencia de la ilegalización es de hace tres años. "¿Qué han estado haciendo este tiempo?", se preguntó.

Tampoco está de acuerdo con la posición de la Fiscalía del Supremo defendiendo el recurso de casación del caso de Jarrai, pues sostiene que la decisión inicial de la Audiencia Nacional de considerarla como organización ilícita y no terrorista era una sentencia "bastante prudente, razonable y justa".

Su conclusión es que "en el Tribunal Supremo, en la Audiencia Nacional y en el Tribunal Superior del País Vasco hay resoluciones incompatibles con el deber de aplicar la ley de acuerdo con el contexto que vive España".

RESOLUCIONES QUE FAVORECEN LA VIOLENCIA.

"Hay interpretaciones que están agudizando las dificultades del proceso de paz por parte de determinados jueces y magistrados y que espero que pronto sean superadas por una posición de mayor equilibrio, mayor ponderación, y de, en definitiva, mantenimiento de la legalidad, pero compatible con la defensa de posiciones más flexibles y más humanitarias", argumentó.

A su juicio, jueces y fiscales son "los primeros defensores de la legalidad y la paz" pues "eso forma parte del meollo de su función pública, "y cuanto más hagan para la desaparición de la violencia, mejor".

En ese sentido, aconsejó tener en cuenta que "al final del túnel puede estar el final de la violencia", por lo que no conviene "avivar el fuego para que ese final de la violencia se aleje". "Lo que no pueden hacer es dictar resoluciones que vayan en sentido contrario, que favorecen objetivamente la violencia", agregó.