ETA.PSOE afea la "deslealtad" del PP y respalda a Zapatero, que pide "coraje" y avisa que no consentirá menoscabo al PSE

Actualizado: sábado, 24 junio 2006 18:53

López dice que el presidente ha hecho lo que podía para tratar de sumar al PP, que está "donde quiere estar, en la oposición sin tregua"

MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

El secretario general del PSE, Patxi López, aseguró hoy que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha hecho ya "todo lo que podía hacer para intentar sumar al consenso al PP". Pero los 'populares', afirmó, "están donde quieren estar, que es en la oposición sin tregua al proceso". Por ello, apostó por seguir adelante, mejor con ellos, pero si no es posible, sin su respaldo. Las distintas federaciones socialistas cerraron filas en el apoyo a Zapatero de cara al proceso de paz y se quejaron de la "deslealtad" del PP, mientras que el jefe del Ejecutivo les demandó "coraje" y avisó de que no consentirá que se menoscabe al PSE.

Este fue el mensaje que trasladó Patxi López ante el Comité Federal del PSOE sobre la consecución de la paz y el alto el fuego permanente de ETA: "No se puede esperar más", manifestó, según fuentes socialistas. "Es el momento de seguir adelante y dando pasos para acabar con la violencia", apeló.

Además, el dirigente vasco remarcó el apoyo del PSE a Zapatero y comparó la situación actual con la de la tregua de 1998. En este sentido, insistió en que la gran diferencia es que entonces había una ETA muy reforzada y triunfante, frente a la actual "derrotada". López, según fuentes socialistas consultadas por Europa Press, hizo memoria de los encuentros que mantuvo el PP con Batasuna en 1998 y también recordó los presos que en ese periodo se acercaron a Euskadi, criticando la actual actitud del principal partido de la oposición.

También señaló que se está en el momento "más importante" y en el que hay mas posibilidades de que se produzca un final feliz. Ni Patxi López hizo una referencia directa a la futura reunión de su partido con Batasuna ni tampoco preguntó sobre este asunto ninguno de la veintena de miembros del Comité Federal que tomaron la palabra. Según las fuentes consultadas, no hubo alusiones a la europarlamentaria Rosa Díez.

"PIES DE PLOMO"

Las distintas federaciones socialistas respaldaron a Zapatero de cara a la consecución de la paz. La mayoría coincidió en que este apoyo no es sólo del partido en cada territorio, sino de la mayor parte de los ciudadanos de estas comunidades.

Así, en rueda de prensa, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, recalcó que los 22 intervinientes "sin excepciones" habían respaldado de modo "inequívoco, claro, diáfano y rotundo", apoyando la decisión del presidente "de trabajar para conseguir el objetivo de erradicar definitivamente la violencia y de conseguir la paz". Agregó que el Ejecutivo está tratando de hacer "todos los esfuerzos para que el PP" se sume a ese proceso y "nadie quede excluido".

Los distintos dirigentes --que hasta llegaron a llamar a Zapatero "capitán de barco"-- se mostraron críticos con el PP, acusando a los 'populares' de deslealtad bajo la tesis de que, si bien esta actitud de oposición en este terreno le puede dar resultado a corto plazo, a medio supondrá un "desastre" para el partido que lidera Mariano Rajoy.

Los apelativos de desleales se los dirigieron al PP, además de López, el andaluz Luis Pizarro, el líder de los socialistas valencianos, Joan Ignasi Pla, y el presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, aunque casi todos los intervinientes afearon la actitud del primer partido de la oposición.

Muy crítico estuvo el secretario general de los socialistas madrileños, Rafael Simancas, que auguró que el PP hará "todo lo posible por entorpecer el proceso". "Si necesita ir a la desestabilización institucional, no tengo dudas de que lo hará", advirtió haciéndose eco de cuál es la actitud del PP en Madrid. "Qué os voy a contar --dijo--. Si aquí el PP nos está acusando de confabulación con los terroristas y de complicidad con el 11-M".

No obstante, Simancas avisó de que, aun así, Zapatero "tiene que moverse con pies de plomo", dado que "tiene un condicionamiento" que no ha habido en otras ocasiones y "que puede incrementar los riesgos, que es la actitud de la derecha. Por su parte, Pla sostuvo que "la paz ennoblece a quien la busca" y también el mandatario aragones, Marcelino Iglesias, le brindó su confianza.

Touriño, de su lado, manifestó su apoyo pleno a la apuesta por la paz y señaló que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero "sabe cómo lo tiene que hacer, en el marco de la Constitución, sin pagar precio político y desde el diálogo". Con estos argumentos, dio su apoyo a Zapatero para "que asuma la responsabilidad de su tarea", exigiendo al PP que rectifique y que ponga al país por encima de intereses electorales y en beneficio de la paz.

Mientras, el dirigente de Izquierda Socialista, Juan Antonio Barrio, señaló que el proceso está "en buen camino", aunque con "dificultades", y apostó por ir a que quede claro que "la violencia no va a volver".

ZAPATERO: NO ABANDONARÁ A PESAR DEL PP.

En su última intervención, el presidente del Gobierno agradeció a todos su respaldo. "Gestionar la esperanza es una de las cosas más apasionantes, gestionar la paz, una de las tareas más dificíles", constató. Al mismo tiempo, hizo un llamamiento a los socialistas: "Hace falta fortaleza y coraje porque los ciudadanos quieren vernos decididos a llevar este proceso adelante", señaló.

Asimismo, Zapatero advirtió de que, "en ningún momento", consentirá que nadie "intente menoscabar la trayectoria de los socialistas vascos", reiteró que el proceso será largo y reivindicó su voluntad de comparecer en el Congreso antes de que acabe el mes para dar inicio a los contactos con ETA.

Las fuentes consultadas por Europa Press precisaron que Zapatero insistió, como en su primera alocución ante el Comité Federal, en la necesidad de intentar que el PP se sume al proceso. Pero avisó de que no abandonará su tarea si los 'populares' siguen en su posición.

De otra parte, fuentes socialistas precisaron que, cuando Zapatero apostó en su intervención inicial por "un gran acuerdo político de convivencia" que recoja "la pluralidad de Euskadi", en ningún caso se refería a una mesa de partidos.

Según estas fuentes, el jefe del Ejecutivo quiso hacer alusión a la necesidad de que haya convivencia dado que, desde el 'Plan Ibarretxe', existe una "brecha" entre nacionalistas y no nacionalistas que no se ha acabado de cerrar y que debe superarse, constatando además el aislamiento de la posición del PP. En este sentido, estas fuentes recalcaron que el presidente hacía alusión a los partidos políticos de Euskadi, esto es, a los legales.