Euskobarómetro.- El 11% del electorado de EHAK rechaza frontalmente a ETA, seis puntos más que en el anterior semestre

Actualizado: jueves, 20 diciembre 2007 15:49

El 38% de los vascos cree que ETA está más débil, el 8% que está más fuerte y el 49% que está igual

BILBAO, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -

El 58 por ciento de los vascos muestra su rechazo frontal a ETA, entre ellos un 11 por ciento del electorado de EHAK, lo que supone un incremento de 6 puntos en los últimos seis meses, según los datos del último Euskobarómetro elaborado por el Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad del País Vasco presentado hoy en Bilbao.

El responsable del equipo de investigación del Euskobarómetro, Francisco José Llera, aseguró, en este sentido, que ETA "está consiguiendo desgastar a sus apoyos, aunque no es el momento de mayor desgaste todavía" y advirtió de que esto no quiere decir que, "si aparece una nueva marca electoral" de la izquierda abertzale "no vuelva a obtener los mismos apoyos, porque son cosas distintas".

Llera indicó que desde hace un año se está empezando a producir "desorientación" en el electorado de la izquierda abertzale. Así, señaló que, en el último semestre, "lo que predominó claramente eran los que no tenían opinión y no sabían qué contestar y se mantenía el apoyo más claro que el rechazo". "Pero ahora, lo que ha cambiado es que el rechazo es muchísimo más claro, el apoyo es muchísimo menor y la desorientación sigue creciendo", subrayó.

Según dijo, la reacción ahora del mundo abertzale en contra de ETA es "muchísimo más rápida que la que fue en el año 1999, aunque todavía no se ha consolidado la posición de rechazo obtenida a finales de 2002-2004".

En el Euskobarómetro, elaborado en base a 1.200 entrevistas realizadas entre el 22 de octubre y el 16 de noviembre, se recoge que el rechazo frontal y mayoritario a ETA sigue reforzándose para la mayoría de los vascos (58%), tras un incremento de ocho puntos en el último año por la ruptura del alto el fuego. Es una actitud que sólo es claramente mayoritaria entre los no nacionalistas (73%) y en casi todos los electorados democráticos desde el mínimo del 51 por ciento de EB hasta el 96 por ciento del PP, llegando a una mayoría de nacionalistas (46%).

Las opiniones de apoyo remoto, sea de los que piensan que antes estaba justificada la violencia de ETA pero ahora ya no (18%), sea de los que comparten los fines pero no los métodos violentos (10%), experimentan un estancamiento interanual, destacando entre los que se sienten nacionalistas (36%) y la mayoría gubernamental (desde el mínimo del 24 por ciento del PNV-EA al máximo del 59 por ciento de Aralar, pasando por el 39 por ciento de EB).

Para los responsables del Euskobarómetro, los más llamativo sigue siendo la práctica desaparición del apoyo explícito y total (0,4%), incluso en el electorado de EHAK, así como la reducción a sólo dos puntos de la justificación crítica de los que apoyan a ETA reconociendo sus errores, que sólo es mantenida por el 8 por ciento de los votantes de EHAK.

En ese sentido, el 41 por ciento de los simpatizantes de la izquierda abertzale dice apoyar los fines de ETA, rechazando sus métodos violentos, y un 14% muestra su apoyo remoto, dándose la circunstancia de que son más los que explicitan su rechazo frontal (11%) que los que manifiestan su apoyo incondicional (2%). Estos datos suponen que en los últimos meses comienza a reinvertirse la tendencia interanual de una mayor dificultad de estos sectores de opinión para seguir legitimando la violencia, tras el desconcierto inicial causado por la ruptura del alto el fuego, ya que hay un 19 por ciento de la izquierda abertzale que no expresa opinión al respecto.

EVOLUCION DE LA VIOLENCIA

Sobre la evolución del problema de la violencia, un 29 por ciento se declara pesimista y un 24 por ciento optimista, frente al 42 por ciento que considera que todo sigue igual.

Algo más de tres de cada cuatro vascos (77%) mantiene la opinión casi unánime de que hoy en Euskadi se pueden defender todas las aspiraciones y objetivos políticos sin necesidad de recurrir a la violencia, con un repunte semestral de ocho puntos, tras el retroceso del semestre anterior.

Preguntados por la situación de debilidad o fortaleza de ETA en relación a hace un par de años, el 49 por ciento de los vascos tiene la percepción de que se encuentra igual pero, al mismo tiempo, el 38 por ciento la intuyen más débil frente al 8 por ciento que la creen más fuerte.

El 63 por ciento de los encuestados no creen que la sinceridad y predisposición de ETA y su entorno social de poner fin a la violencia y el 61 por ciento tampoco cree en la voluntad de la izquierda abertzale para aceptar las reglas del juego democrático.

En cuanto a la actuación en relación al terrorismo de ETA, sólo la del Gobierno vasco logra acercarse al aprobado (4,8), seguido del Ejecutivo socialista (4,1), los medios de comunicación (3,7), las Fuerzas de Seguridad del Estado (3,3), la propia izquierda abertzale (3,2), la administración de Justicia (2,8), el Fiscal General del Estado (2,8), el Gobierno de Navarra (2,7), la AVT (2,5) y, el último lugar, la oposición del PP (1,4).

Por otro lado, los vascos se muestran divididos a favor (34%) y en contra (34%) de la gestión del llamado proceso de paz por parte del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a los que se añade casi otro tercio de escépticos.

Al mismo tiempo, los vascos siguen divididos ante la posibilidad de que ambas partes hayan acordado en secreto algún tipo de condiciones políticas para ese final dialogado. Por esta posibilidad se decantan un 45 por ciento de los encuestados, sobre todo entre los nacionalistas (52%) y con la excepción de los socialistas que se muestran más inclinados a pensar que no (46%). La otra mitad se divide entre quienes la niegan (30%) o no tienen opinión (25%).

MEDIDAS PENITENCIARIAS

En relación a las medidas a adoptar para facilitar las conversaciones del final del terrorismo, aunque ETA no hubiera declarado el abandono definitivo de las armas, el acercamiento de presos de ETA obtiene el respaldo del 69 por ciento de los vascos, seguido de la mejora de sus condiciones carcelarias y la aplicación selectiva de beneficios penitenciarios (49%) y la tolerancia progresiva de las actividades de la izquierda abertzale (44%).

Por otro lado, el 54 por ciento de la opinión pública vasca se decanta en contra de que se relaje la acción policial contra los activistas de ETA, pero sigue dividida entre favorables (33%) y contrarios (43%) a que se alivie la aplicación de las medidas judiciales contra las acciones ilegales de la izquierda abertzale.

En el último semestres de 2007, se mantiene la preferencia de los vascos (84%) por una eventual negociación gobierno-ETA, aunque en los últimos meses esta mayoría se muestra más dividida entre los que apoyarían una negociación incondicional (40%) y los que prefieren seguir condicionándola a que ETA abandone las armas (44%), siendo algo que comparten mayoritariamente nacionalistas (92%) y no nacionalistas (77%).

Un 56 por ciento está predispuesto a que, en caso de que ETA abandone definitivamente las armas, haya contrapartidas políticas, 48 por ciento a que se pueda celebrar un referéndum y un 54 por ciento se concedan medidas de gracia y reinserción.

Uno de cada tres vascos (36%), tras un ligero avance semestral de 2 puntos, piensan que todos los terroristas que se arrepientan y expresen su decisión de abandonar las armas deberían beneficiarse de las medidas de reinserción social, frente al 35 por ciento que opina que éstas sólo podrían aplicarse a aquellos que no tengan delitos de sangre y el 20 por ciento que declara no estar dispuesto a perdonar.