La familia de un acusado del crimen de una mujer china en Madrid denuncia que lleva un año en prisión sin pruebas

Actualizado: viernes, 17 abril 2009 10:02

MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

La familia de Rafael Gómez Cancelas, uno de los presuntos autores del asesinato en febrero de 2008 de una ciudadana china en el distrito de San Blas, denunció hoy que el acusado permanece desde hace más de un año en prisión preventiva sin pruebas que sustenten su situación procesal.

Los allegados sospechan que la Policía detuvo a 'Rafa', un toxicómano portador del VIH y con Hepatitis C, para acallar la alarma social que se creó tras el crimen, basándose sólo en su amplio historial delictivo en la comisión de delitos menores, en su mayoría robo con fuerza de coches, y sin indicios suficientes para probar su autoría.

Su hermana Belén, la más cercana a él, cree en su inocencia y reconoce que lleva tres meses viviendo "un auténtico infierno". "Sería incapaz, por muy mal que esté, de cometer semejante barbaridad", aseguró a Europa Press. Belén ha hecho lo imposible por sacar a su hermano de la cárcel de Valdemoro. Hace unos meses, envió una carta al Defensor del Pueblo para que la ayudará en la liberación de 'Rafa', quien tiene "muy debilitada la salud". "Me han quitado media vida, me han arrancado un trozo de mí", lamentó.

El 10 de febrero de 2008, dos atracadores irrumpieron en la tienda de comestibles que regentaba Chui Yuzhang, de 49 años, y su marido, de 62, en la calle de Aquitania, en la esquina con Toscana, en el distrito de San Blas. Los asaltantes exigieron a la dueña todo el dinero de la caja, resistiéndose ésta a entregárselo.

Uno de ellos desenfundó la pistola que portaba y le descerrajó dos tiros en el pecho. Tras ello, dispararon a su marido. Pese al tiro, el hombre tuvo fuerzas para salir tras los agresores, pero no logró darles alcance. Entretanto, la mujer salió de la tienda para pedir auxilio. La hemorragia que presentaba se hizo imparable y su cuerpo quedó tendido en el suelo.

Trece días después del crimen, la Policía Nacional detuvo a dos toxicómanos como presuntos autores de la muerte de Chui Yuzhang. Los apresados eran Antonio D.C., de 29 años, y Rafael Alberto Gómez Cáncelas, de 43, conocidos en San Blas por su historial delictivo. Desde entonces, ambos permanecen en prisión provisional acusados de un delito de homicidio y otro en grado de tentativa.

DENEGACIÓN DE PRUEBAS

El juicio por el crimen de Chui Yuzhang se está retrasando debido a que la defensa de Gómez Cancelas ha interpuesto ante la Audiencia Provincial de Madrid varios recursos contra la denegación de práctica de pruebas básicas para esclarecer la autoría de los hechos. "No se cumplen los requisitos para mantenerlo en prisión, hablamos de un toxicómano que, desgraciadamente no sale de su barrio porque le da miedo, no de una gran fortuna", reseñó el letrado.

El caso está en manos de la juez titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Madrid. El abogado de Cancelas denunció que la instrucción se basa en un testigo que incurre en "múltiples contradicciones" y criticó que la magistrada eche por tierra la mayoría de pruebas que solicita para demostrar la inocencia de su defendido.

Además, cargó contra la magistrada por no haber pedido ya la identificación de los confidentes que llevaron a la detención de Rafael. La familia intuye que los agentes lo detuvieron para aliviar la tensión que se había creado en torno al crimen de la ciudadana asiática, escudándose en que era un delincuente común de la zona.

Según la familia, Rafael no estaba a la hora de los hechos, a las 13.15 horas, en la calle donde se cometió el asesinato. A las 9.30 horas de ese día, había acudido junto con un amigo al rastro del distrito para vender unos objetos robados de coches.

CONTRADICCIONES DE LOS TESTIGOS

Esta persona testificó que sobre las 13.30 horas, 'Rafa' se despidió de él para ir a comprar unas cervezas, regresando a los cuarenta minutos. Durante este tiempo, su amigo lo esperó en la boca de metro de Simancas, donde aparecieron más conocidos. A la media hora de que 'Rafa' hubiera regresado, la Policía se presentó en el lugar y pidió a los presentes que se identificaran.

La juez fundamentó su ingreso en prisión en la versión del único testigo que lo reconoció en una de las ruedas de reconocimiento como la persona que salió corriendo de la tienda. Sin embargo, esta persona manifestó en un primer momento que no podría reconocer a los implicados porque llevaban el rostro cubierto con un pasamontañas.

La declaración de este testigo directo se contradice con el testimonio del marido de la fallecida, quien no lo identificó en ningún momento porque los agresores eran de baja estatura y tenían menos de 18 años. Además, aseguró que la persona que disparó era zurda, mientras que 'Rafa' es diestro.

Otro de los puntos contradictorios se sitúa en la vestimenta que llevaba ese día 'Rafa'. Según la Policía, en el momento de la detención vestía "calzado blanco, pantalones vaqueros tipo jeans y cazadora de cuero negra". Frente a ello, otros testigos de los hechos sostienen que el presunto asesino llevaba "ropa de trabajador", una especie de mono.

Entre las pruebas denegadas por la juez, figura la relativa a verificar las comunicaciones de la Policía; el visionado de las cintas de seguridad del metro de Simancas; y una prueba forense para determinar si 'Rafa' es zurdo.

El abogado de la familia recordó que el artículo 299 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LEC) señala que "constituyen el sumario las actuaciones encaminadas a preparar el juicio y practicadas para averiguar y hacer constar la perpetración de los delitos con todas las circunstancias que puedan influir en su calificación y la culpabilidad de los delincuentes, asegurando sus personas y las responsabilidades de los mismos".

"Amparados en dicho artículo, los jueces instructores habitualmente no practican pruebas que acrediten la inocencia. La presunción de inocencia no saca a los imputados de la cárcel, sólo la prueba que así lo acredite, cuando menos indiciariamente en la instrucción", concluyó.