BARCELONA, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha condenado a la Generalitat a indemnizar con 4.032,46 euros al hijo de un ciclista que falleció al salirse de la carretera, en dirección a Llavorsí (Lleida), y caer en un pozo de casi tres metros de profundidad que no estaba señalizado y no disponía de barrera de seguridad.
El accidente ocurrió en agosto de 1999, cuando el fallecido circulaba con su bicicleta por la carretera C-147, en dirección a Llavorsí. Por motivos que se desconocen, el ciclista se salió de la vía y cayó en un pozo colector, cuya función es canalizar el agua de lluvia hasta el río que pasa por el margen contrario de la carretera.
Según la sentencia del TSJC, pese a que el pozo es de hormigón y tiene una profundidad de casi tres metros, en el momento del accidente no estaba señalizado y no disponía de barrera de seguridad. Además, "quedaba muy escondido", ya que sus paredes no sobresalían de la carretera y los márgenes estaban cubiertos de vegetación.
Ahora, siete años después del accidente, el Alto Tribunal catalán ha decidido condenar a la Generalitat a pagar 4.032,46 euros por ser la encargada de la explotación y mantenimiento del pozo. No obstante, el TSJC considera que en el accidente se dio una concurrencia de culpas del propio fallecido y de la Administración responsable, ya que "los conductores deben tener en cuenta las características de la vía y adecuar su conducción".
A su entender, "una conducción prudente con un nivel de atención medio no aboca necesariamente a salir del margen de la carretera" en el punto donde se produjo el suceso y, por tanto, "la causa inmediata del accidente sólo puede atribuirse al propio accidentado o, en su caso, a un tercero desconocido".
