SITGES (BARCELONA), 12 May. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Parlament, Núria de Gispert, ha abierto el XXV Congreso de Unió Democràtica de Catalunya (UDC) con reproches a los partidos de izquierda, certificando que "el tripartito es historia".
Después de que CiU ganara las elecciones autonómicas de 2011 y consiguiera por vez primera en democracia gobernar las cuatro diputaciones y el Ayuntamiento de Barcelona, y lograr ser el partido más votado en las generales en Cataluña, De Gispert ha certificado: "El tripartito es historia".
"Es mejor que estemos nosotros que no que esté el tripartito", ha asegurado De Gispert, recalcando que mientras que en el último congreso UDC afrontaba el cónclave estando en la oposición en la mayoría de las instituciones, ahora lo hace con unas perspectivas que ha calificado de excelentes.
Tras recordar que en el pasado otoño UDC celebró sus 80 años de existencia, De Gispert ha definido a su partido como una fuerza "sólida donde la persona y la nación son el centro de la acción política", junto a los valores, la tradición humanista y la justicia social.
Ha recordado también a todas las personas que formaron parte del partido durante el franquismo, haciendo un recordatorio para todos ellos, y resaltando que UDC "puede hacer memoria histórica de la buena".
UDC es imprescindible en el panorama político catalán, ha indicado De Gispert, asegurando que el partido puede hacer gala de valores como el sentido común, la responsabilidad y que no abonan "ni la polémica estéril ni la provocación gratuita".
"Los valores nos dan fuerza y coherencia", ha asegurado De Gispert, y tras ella, ha intervenido en la apertura del congreso de UDC el alcalde de Sitges, el también democristiano Miquel Forns, que en su intervención ha destacado la difícil situación económica por la que atraviesa su municipio a nivel financiero y también muchos otros de Cataluña.
El presidente del Consell Nacional de UDC, Ramon Espadaler, ha remarcado que afronta un debate de propuestas y candidaturas, lo que representa "una democracia en estado puro", y ha apelado a remarcar a los valores que desde su fundación, en 1931, siempre han defendido en base a la inspiración democristiana y nacionalista.
Según Espadaler, UDC debe continuar siendo un partido que dé respuestas desde una perspectiva social y nacional, afrontando así "una realidad" a la que UDC no puede estar ajena.
