VALENCIA, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
La consellera valenciana de Bienestar Social, Alicia De Miguel, afirmó hoy, en alusión al caso del hombre que se atrincheró armado con una escopeta en su casa en Llíria (Valencia), que es frecuente "tener que recurrir al internamiento forzoso, aunque respetando siempre el libre albedrío de las personas".
De Miguel, que se refirió así al suceso del enfermo mental que tuvo que ser reducido por las Fuerzas de Seguridad del Estado y defendió el internamiento forzoso, hizo estas declaraciones tras el acto de presentación del balance Ivadis 2002-2005.
La titular de Bienestar Social explicó que "los enfermos tienen su libre albedrío" y capacidad de decisión, pero matizó que "la sociedad tiene los mecanismos jurídicos necesarios para que las personas que necesitan tener un internamiento, lo tengan".
De Miguel indicó que existen "1.600 plazas para enfermos mentales y cuesta que los enfermos salgan de sus casas porque todavía hay una tendencia social de la familia de hiperprotección y el propio enfermo que tiene el susto lógico".
Asimismo, apuntó como otra causa de este rechazo al internamiento, "la medicación compleja, que les dificulta de alguna manera el movimiento y da cierta somnolencia, y luego también las familias, que ante lo desconocido tienen una especial protección".
Los hechos comenzaron sobre las 15.00 horas de ayer cuando un juez y un forense, acompañados por agentes de la Guardia Civil, se trasladaron hasta el domicilio de estas dos personas para entregarles una orden para ingresar a la madre, de 80 años, en una residencia y a él, de 56 años, en un centro psiquiátrico. El hombre se negó y efectuó un disparo contra los efectivos, aunque no hirió a ninguno, por lo que se atrincheró en su casa 17 horas.
Posteriormente, el hombre, que sufre algún tipo de trastorno mental que no se ha precisado, se encerró con dos escopetas en el interior de la casa, hasta que efectivos de la Guardia Civil consiguieron reducirle sobre las 8.00 horas de hoy.
