BARCELONA, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
El lehendakari vasco, Juan José Ibarretxe, ofreció hoy su "mano tendida" al futuro presidente del Gobierno para alcanzar un pacto de encaje de Euskadi en España que pueda someterse a consulta en la sociedad vasca el 25 de octubre, como estipula su propuesta, y se manifestó convencido de que la rotundidad del rechazo actual del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, puede variar tras el periodo electoral.
"No creo que el escenario tenga que ser el mismo antes y después del 9 de marzo. Soy optimista y estoy convencido de que el rigor con el que a veces nos empleamos entre campaña y campaña electoral suele desaparecer de alguna manera al día siguiente", afirmó, en referencia al rechazo tajante de Zapatero a su consulta. El lehendakari se mostró convencido de que "en 2008 se va a escribir el futuro de la sociedad vasca de los próximos 20 años".
En una entrevista a TV3 recogida por Europa Press, Ibarretxe desvinculó la negociación de este pacto con el Gobierno de los posibles acuerdos parlamentarios en Madrid tras el 9 de marzo, señalando que "no debe ser mezclado" el escenario postelectoral con "una inicitiva que debe establecer un modelo de convivencia de Euskadi con el Estado para el siglo XXI y que va más allá de los próximos cuatro años de legislatura".
"Sería mal entendida la propuesta que yo traslado si se entendiera que está ligada a la estabilidad de un determinado gobierno y momento en España", dijo, e insistió en su propuesta de consulta pese al insistente rechazo del presidente del Gobierno.
"Frente al 'no negociaremos' y 'no respetaré la voluntad de la sociedad vasca', yo sí estoy dispuesto a negociar con el presidente Zapatero o con quien sea que gane las elecciones. Yo sí estoy dispuesto a respetar la voluntad de la sociedad vasca y a que la consulta se realice", afirmó, insistiendo en que "el futuro de la sociedad vasca no lo va a decidir ni Zapatero ni Rajoy".
Tras reiterar que si el Gobierno español no acepta un acuerdo, el Parlamento vasco debería votar la realización o no de la consulta, Ibarretxe se mostró convencido de que ningún partido vasco se opondrá a ello en la Cámara, tampoco el PSOE ni el PP, dado que el "derecho a decidir no es un principio del nacionalismo, sino un principio democrático" que, según él, también defienden para la sociedad vasca socialistas y populares en Euskadi. "No creo que haya ninguna fuerza política en el Parlamento vasco que le quiera decir a la sociedad vasca que no quiere oir su voz", consideró.
EN CATALUNYA Y ANDALUCÍA ES LEGAL.
Ibarretxe defendió el derecho de la administración vasca a realizar consultas populares cuando el Gobieno catalán y el andaluz lo pueden realizar según sus nuevos estatutos, en vitud de los cuales el Parlament de Catalunya prevé aprobar incluso una ley de consultas populares. "¿Si la consulta la hace Catalunya o Andalucía es legal y si la hace Euskadi no?", preguntó.
El lehendakari defendió la necesidad de llegar a "acuerdos políticos" entre el Gobierno central y el vasco "exista o no exista ETA" y desvinculó la negociación de los dos ejecutivos del cese o no de la violencia de ETA. "No se puede mezclar violencia con los acuerdos políticos que necesita la sociedad vasca. Necesitamos acuerdos políticos exista o no ETA y tengamos o no acuerdos ETA debe desaparecer", aseveró.
Tras insistir en criticar que Zapatero se niegue a negociar con él lo que sí negoción con ETA durante el proceso de paz, Ibarretxe consideró también "contradictorio" que se pretenda ilegalizar a ANV y al PCTV cuando se acercan las elecciones del 9 de marzo después de que el Gobierno socialista haya negociado con la izquierda abertzale y con Batasuna durante esta legislatura. El lehendakari insistió en que "la exclusión no es la solución y advirtió al Estado de que "en democracia la victoria y la derrota se gana en las urnas y no en los juzgados".
Al mismo tiempo, criticó la "cobardía" de la izquierda abertzale frente a ETA, al "no atreverse a decirle lo que piensa buena parte de su propio electorado, que es que debe abandonar la violencia". Ibarretxe se mostró convencido de que la "inmensa mayoría de la sociedad vasca no quiere volver al pasado" de violencia.
