CÓRDOBA, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
El lehendakari del Gobierno Vasco, Juan José Ibarretxe, afirmó hoy que es "justo reconocer que en el pasado" el pueblo vasco "no supo, no acertamos a transmitir adecuadamente" a las víctimas del terrorismo "nuestro cariño, quizá porque el dolor era tan fuerte y la presión de la violencia tan insoportable que no permitía" que pudieran sentir y aceptar su solidaridad.
Durante su discurso en la inauguración hoy del encuentro de la Asociación Andaluza Víctimas del Terrorismo que se celebrará en Córdoba hasta el 25 de noviembre, Ibarretxe señaló que en todo caso, "nuestra responsabilidad, la responsabilidad de las instituciones, ha consistido en no haber sido capaces de romper antes esa barrera invisible que la violencia inhumana incorpora a nuestra vidas y que impedía que las víctimas pudieran sentir nuestro calor y reconocimiento".
De este modo, dijo que "aún estamos a tiempo de decir lo siento y de llenar ese hueco que un día se abrió con las víctimas del terrorismo". Asimismo, manifestó que el pueblo vasco "sentimos el dolor" de las víctimas "como propio, el terrible vacío de cada víctima y sentimos no haber sabido encontrar antes el camino de la paz y detener a tiempo la barbarie del terrorismo".
El lehendakari reiteró "una vez más la condena y el rechazo más absoluto del terrorismo porque ha conculcado el más elemental de los derechos humanos, el derecho a la vida y porque, además, ETA ha cometido la terrible infamia de utilizar el nombre del pueblo vasco, manchando injustamente el buen nombre de un pueblo pacífico y trabajador".
En este sentido, manifestó que "nuestro compromiso institucional es levantar testimonio del sufrimiento injusto provocado por el terrorismo en personas inocentes y la memoria crítica de pasado constituye, no sólo el reconocimiento moral a las víctimas, sino el testimonio necesario para que las generaciones venideras no olviden la irracionalidad y la degradación ética que supone el ejercicio de la violencia".
Igualmente, apuntó que "además de este reconocimiento moral, el compromiso con las víctimas del terrorismo debe pasar por respetar su dolor y reparar su sufrimiento. Un respeto para no utilizar partidariamente el dolor de las víctimas como arma arrojadiza, y reparación completa, no sólo moral, sino también material".
De este modo, dijo que "nuestro objetivo como responsables políticos debe ser el trabajar todos los días sin desmayo para acabar definitivamente con la violencia y evitar que tengamos que llorar juntos una víctima más".
Esta es la razón, por la que, según añadió, "desde el Gobierno Vasco hemos impulsado un Plan de Paz y Convivencia, basado en la memoria, en el respeto a los derechos humanos y en el reconocimiento a las víctimas del terrorismo y fruto de su desarrollo será la Ley de Solidaridad que presentaremos próximamente en el Parlamento Vasco, que deseamos que sea un suelo moral y consolide las medidas de apoyo que venimos desarrollando a través de la Dirección de Víctimas del Terrorismo".
Finalmente, concluyó su discurso diciendo que "acabar definitivamente con la lacra del terrorismo es el mejor homenaje que podemos transmitir a nuestros hijos para que sepan que la violencia jamás pudo anular nuestra capacidad para amar y convivir".
ALIVIO POR EL ALTO AL FUEGO
Por su parte, el presidente de la Asociación Andaluza Víctimas del Terrorismo, Joaquín Vidal, afirmó durante su discurso que "satisfacción, alivio y confianza son algunas de las sensaciones adquiridas desde el momento que se declaró el alto al fuego permanente, pero a la misma vez, prudencia, mesura e incertidumbre, ya que sabemos la amalgama de intereses opuestos que se entremezclan en una situación tan despiadada y que tanto sufrimiento ha dejado en el camino".
Un sufrimiento, que como dijo, "nos lamentamos hoy más que nunca, al haberse podido ahorrar si todo esto antes se hubiera producido", por eso, la Asociación manifestó su "más firme apoyo a favor de la lucha por la paz" porque con su conquista las víctimas del terrorismo "recibirán la manifestación de respeto, admiración y afecto".
Pero Vidal señaló que "el camino se antoja difícil y debemos seguir trabajando para que este proceso no se quede simplemente en un acuerdo de poderes e intentar concienciarnos para que todos conozcan el importante papel que juegan en la construcción de la paz".
El colectivo manifestó que "es fundamental la reparación del daño sufrido, podemos perdonar pero no olvidar y nunca hablaremos de un proceso de paz construido en el olvido porque queremos salvaguardar la memoria y la dignidad de las víctimas como homenaje a su desconsuelo y sufrimiento". Vidal concluyó diciendo que lo que desean es que "se cumpla la legislación vigente y que de una vez por todas se entreguen las armas sin remisión".
Por su parte, el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, resaltó la labor de la Asociación, ya que "en todo momento no sólo han dado claro ejemplo de honestidad y dignidad", sino además pruebas evidentes de que "a pesar de ser víctimas en primera persona de la barbarie terrorista", han seguido luchando cada día "por la consecución de la paz".
López Garzón aprovechó la oportunidad para adelantar que el premio 'Plaza de España', en su segunda edición, será entregado el próximo 5 de diciembre a Gregoria Peces Barba, ex Alto Comisionado de las Víctimas del Terrorismo "por los mismos valores que hoy se le reconocen aquí, por ese ejemplo que nos ha dado a todos, por su trabajo a favor de las víctimas del terrorismo y por la inestimable lucha porque España alcance algún día la paz a la que todos tenemos derecho".
