Incendio.- El Defensor del Pueblo vasco confía en que sea un hecho aislado porque "las cosas han madurado"

Actualizado: domingo, 23 abril 2006 16:09

Apuesta por la creación de un "tercer espacio" compuesto por los partidos políticos, la sociedad vasca y las víctimas del terrorismo

BILBAO, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Defensor del Pueblo vasco (Ararteko), Iñigo Lamarka, consideró hoy "absolutamente negativo" el ataque perpetrado ayer contra una ferretería de un concejal de UPN en el Ayuntamiento de Barañáin (Navarra) y confió en que se trate de "un hecho aislado" porque, afirmó, "las cosas han madurado y el cese de la violencia terrorista es un punto sin retorno".

Asimismo, apostó por la creación de un "tercer espacio" en el que estén presentes los partidos políticos, la sociedad vasca y las víctimas del terrorismo, y defendió la necesidad de que los ciudadanos asuman "sin ambages" las consecuencias de los valores basados en la democracia y en la defensa de los derechos humanos.

En una entrevista en la Cadena SER, recogida por Europa Press, Lamarka aseguró que tanto los agentes políticos como la sociedad vasca "han madurado" tras el anuncio de alto el fuego y dijo observar una "diferencia notable con respecto a la anterior tregua".

"No me cabe duda de que, incluso en la peor de las hipótesis, si ETA volviera a tomar las armas, sería para poco tiempo, porque creo que la sociedad vasca, incluidos los sectores que han apoyado social y políticamente al autodenominado MLNV, están ya en condiciones de madurez suficiente como para desterrar la violencia de su imaginario y de su práctica", señaló.

A su juicio, la violencia terrorista practicada por ETA debe erradicarse de la sociedad vasca "por ser incompatible con los valores de la democracia y de los derechos humanos", por lo que abogó porque la totalidad de la sociedad vasca "asuma con todas las consecuencias los valores de los derechos humanos" e indicó que "esto significa erradicar, condenar, cualquier tipo de violencia y también la violencia de signo político".

Respecto al proceso de pacificación, distinguió la existencia de dos espacios, "uno en el que los interlocutores serían representantes del Gobierno con el aval de las Cortes y representantes de ETA para verificar el alto el fuego definitivo", y un segundo escenario "donde se diluciden las cuestiones políticas por parte de los legítimos representantes de la sociedad vasca a través de su Parlamento y de sus partidos políticos".

Además, defendió la existencia de un "tercer espacio" donde estén presentes los partidos políticos, el conjunto de la sociedad vasca, las víctimas del terrorismo y el propio Ararteko "para trabajar y profundizar en pos de que la sociedad vasca asuma sin ambages, con todas las consecuencias, los valores basados en la democracia y en la defensa de los derechos humanos", insistió.

BALANCE

Preguntado por el balance de estos dos últimos años como Ararteko, Lamarka calificó este periodo como un "frenesí", debido al volumen de quejas interpuestas por los ciudadanos y las iniciativas presentadas de oficio, y recordó que también en Euskadi existe "el tercer mundo y el cuarto mundo".

Asimismo, se refirió a la situación de los presos y recalcó que si bien éstos "tienen su libertad en suspenso, son titulares del resto de los derechos", por lo que instó al Estado a "extremar de forma diligente sus actuaciones para que estos derechos sean debidamente respetados".

En este sentido, reconoció que en la prisión de Nanclares de Oca "se siguen dando circunstancias" que chocan con el objetivo de la cárcel, "que es la reinserción de los reclusos", y consideró "bastante evidente" que en este centro penitenciario "existe una insuficiencia de recursos".

"Habría que hacer un esfuerzo notable por incrementar estos recursos, optimizarlos y organizarlos de una forma más precisa para que el objetivo de la reinserción se cumpla debidamente, lo cual significa que las circunstancias personales de cada recluso tienen que ser atendidas", advirtió.