Inmigración.- El SUP pide a Zapatero que atienda "con el corazón" a los inmigrantes y también a los policías

Actualizado: lunes, 18 septiembre 2006 21:36

MADRID, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), Maximiano Correal, pidió hoy al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que no sólo atienda "con el corazón" a los inmigrantes sino también a los policías que se encargan de custodiarlos en comisarías y Centros de Internamiento de Extranjeros (CIES). Varios agentes destinados en el CIES de 'Las Raíces', en Tenerife, han escrito al SUP denunciando la falta de medios y las condiciones insalubres en las que trabajan.

"Ahora entendemos por qué el delegado del Gobierno prohibió la entrada alas in stalaciones a los compañeros del SUP en Tenerife", declaró Correal a Europa Press. En ese centro, según relatan los policías, residen unos 3.000 inmigrantes divididos en dos campamentos, que son custodiados por seis policías por turno en el primero y otros tres en el segundo, "exceptuando las noches que se realizan con tan sóo tres funcionarios por campamento".

En la clausura de la Conferencia Política del PSOE, Zapatero dijo que su Gobierno hace política "con la cabeza, bastante con el corazón y nunca con las tripas". "Que el presidente tome nota sobre lo que decía ayer de enfocar este problema también 'con el corazón'. Que atienda con el corazón a los inmigrantes, y a los policías, que no queremos ser el 'servicio de basura social'. Somos funcionarios y agentes de la autoridad que emana directamente de él", añadió Correal.

Los policías del CIES de 'Las Raíces' temen por su salud, ya que, según se recoge en el escrito, están expuestos a contraer cualquiera de las enfermedades de los inmigrantes --entre las que mencionan la sarna, el paludismo, la tuberculosis, piojos y pulgas-- por la proximidad física que tienen con los internos.

Asimismo, las condiciones de salubridad del Centro ayudan a la propagación de estas enfermedades. Según los agentes, "los wáteres portátiles, al ser tantos los internos, el olor que desprenden es nauseabundo". "Las duchas son una poza de agua estancada por las cuales han pasado miles de personas y nunca las han limpiado, desprendiendo un olor insoportable. Todo esto se une a los contenedores de basura, casi siempre llenos a rebosar, con restos de comida y con un olor que no envidia en absoluto a los anteriores", añaden.

Por últimos, los agentes denuncian que "todas las comodidades que se han facilitado a los inmigrantes", en referencia a cabinas de teléfono, televisión, máquinas de tabaco y bebidas, "incluso una furgoneta de bollos que viene a diario, dificulta enormemente la labor de los policías", produciéndose continuas peleas.